Tras la salida de Isela Costantini de Aerolíneas Argentinas, el gobierno se prepara para ajustar la empresa, a tono con la presión de las low cost que este martes celebrarán, con avales del Estado, la anunciada audiencia pública en la que pedirán derecho a explotar rutas que hoy trabaja la firma de bandera. Pero lejos de dormir en los laureles, la administración nacional aprovechó las últimas horas para empezar a organizar una segunda audiencia, que tendrá lugar en marzo y en la que se prevé que se produzca el aterrizaje de grandes jugadores mundiales del universo de los vuelos de bajo costo, como la británica Ryan Air y Norwegian.

De concretarse el vaticinio, sería el regreso de Ryan Air al país, tras su breve paso en 2016: la aerolínea aterrizó a principios de año ni bien oyó la promesa de los cielos liberados, pero en julio dio el portazo descontenta con los límites que impone la legislación laboral local. Además, los que conocen de cerca el lobby del sector apuntan nuevamente a Avian Líneas Aéreas (que es propiedad de Avianca y que ya figura inscripta en la primera audiencia) entre los que se presentarán en marzo, ávidos por explotar rutas que actualmente vuela Aerolíneas Argentinas. Otras que asoman como posibles aspirantes son la brasileña Gol y la chilena Sky.

Mientras tanto, para llevar las riendas de la empresa nacional después de la primera audiencia y para aplicar el objetivo con la contundencia que Costantini no quiso o no pudo ejecutar, el gobierno eligió al ex Techint Mario Dell’Acqua. El nuevo funcionario confesó de entrada su desconocimiento del mercado aerocomercial, pero con el back administrativo que acarrea desde el gran monstruo de la industria siderúrgica buscará cumplir con el mandato de recortar la compañía local al mínimo necesario para permitir una liberación de espacio que satisfaga la demanda de las internacionales.

Según fuentes oficiales del ámbito aerocomercial, la segunda audiencia está en proceso pero no se hará oficial hasta marzo. La justificación obedece a la alta demanda de las empresas extranjeras: «Norwegian ya manifestó que quiere operar. Además Avian va a aprovechar la ocasión para oficializar rutas que todavía no están informadas», señalaron. En tanto, también aseguraron que «Ryan Air también tiene intenciones de volver a negociar y otras como Andes planean seguir ampliando su influencia». Otra empresa que no se quiere perder la próxima oportunidad es la chilena Sky, ampliaron.

En realidad nadie puede descartar que lleguen nuevos interesados. La lista de low cost en el mundo es numerosa, heterogénea y contiene a las puras como Ryan Air, que es la más grande del mundo, Norwegian o Fly Bondi, y a la brasileña Gol o Lufthansa, que venden un concepto low cost a medias, con paquetes de servicios limitados. Tanta es la confianza oficial en el proceso de apertura que los funcionarios no esperaron para difundir la noticia de la audiencia de marzo entre los sindicatos. El secretario General del gremio de técnicos (APTA), Ricardo Cirieli, confirmó que el gobierno lo anotició sobre la iniciativa a la que cuestionó por “apresurada”.

El dirigente adelantó que asistirá a la audiencia pública del martes con la posición de APTA: «No nos oponemos a que haya más fuentes de trabajo, pero tenemos un límite que son las leyes argentinas y la seguridad aérea. No queremos que haya una empresa como LaMia (NdeR: la firma del tristemente célebre vuelo de Chapecoense)», adelantó. «La audiencia de marzo está preanunciada pero me parece apresurado. Se dice que viene Ryan Air y Norwegian pero Aerolíneas es de todos», marcó el gremialista. Otro que confirmó el adelanto fue el titular de la Asociación de Pilotos Líneas Aéreas (APLA), Pablo Biró, en una entrevista que ofreció el jueves pasado al programa Siempre es Hoy, de Radio Del Plata.

El apoyo unánime

Mientras el gobierno se apura para achicar al mínimo posible el peso de la aerolínea de bandera, la salida de Costantini todavía no terminó de ser digerida.Un costado llamativo de su renuncia fue la reacción de los gremios aeronáuticos que, con detalles de intensidad, salieron a manifestar su apoyo a la ex directiva de General Motors y a acusar al gobierno nacional como responsable de su salida.

Una fuente que prefirió la reserva explicó: «Nadie esperaba que (Costantini) pase la batuta porque su gestión fue buena. Para ser CEO de AA tenés que aguantar la presión política y ella demostró que tuvo lo necesario. Tenía la orden de romper Aerolíneas pero se encontró con una empresa que funcionaba y se la bancó».

Dirigentes gremiales y otros conocedores del ambiente se refirieron a la dirigente como una contrafigura “eficiente” del gobierno. Costantini «se pudrió de las internas, de las presiones y del boludeo», señaló un contacto. «Entre Lopetegui (Gustavo, coordinador económico del gabinete de Cambiemos), el Ministerio de Transporte (a cargo de Guillermo Dietrich), las aerolíneas nuevas y la quita de subsidios hace varios meses que la venían amenazado», agregó.

La fuente apuntó que hubo dos hechos que tensaron al máximo la relación. Uno es el famoso discurso en el que el presidente Macri midió las pérdidas de Aerolíneas en jardines de infantes: cuando se estaba capeando la crisis que se generó con los primeros recortes de subsidios, la comparación presidencial encendió una segunda mecha. El otro tuvo lugar cuando el oficialismo le comunicó a Costantini su decisión de recortar nuevamente el presupuesto de AA y Austral a 120 millones de pesos para 2017. Ese dato, sumado a la noticia de que la low cost Avian firmaba un convenio para volar con subsidios desde Tucumán, enfureció a la empresaria en forma irreversible, según el análisis de las fuentes.

Sobre el sucesor Dell’Acqua las opiniones son reservadas. Ricardo Cirielli, de APTA, se limitó a señalar: «Espero que sea un cambio de personas y no de políticas porque Isela fue muy buena presidenta, achicó, bajó gastos, costos, mejoró los ingresos y la puntualidad. Si viene un cambio va a hacer un cambio en el perjuicio».