El devastador paso del huracán Matthew por Haití ya dejó más de 870 muertos, según comunicó el senador del departamento Sur, Hervé Fourcan, como también las fuentes de Protección Civil del Sur. Igualmente, la cifra de muertos y la magnitud de los daños todavía no se determinaron con precisión y seguramente vayan en aumento a medida que puedan acceder a los lugares más afectados e incomunicados. De hecho, fuentes no oficiales aseguran que ya habría más de 800 muertos por el huracán.

«Tememos que las cifras se van a incrementar considerablemente a medida que los equipos de emergencia avancen. Lo que más urge en este momento es proporcionar agua potable para evitar enfermedades, alimentos y materiales de construcción», dijo el director de programas de Oxfam en Haití, Jean Claude Fignole, en un comunicado.

Además, organizaciones no gubernamentales expresaron su temor a un agravamiento de la crisis humanitaria en uno de los países más pobres del planeta. Se consideró urgente garantizar agua potable e higiene para evitar que se propaguen enfermedades como el cólera, epidemia que afectó el país tras el terremoto de 2010. Además, miles de personas han perdido sus viviendas y solo en los departamentos del Sur y Grand Anse hay 29.000 viviendas destruidas.

Por su parte, Unicef informó hoy que medio millón de niños vive en las zonas de Haití más golpeadas por el huracán Matthew. Y que se necesitarán 5 millones de dólares para hacer frente a las necesidades más inmediatas. En tanto, el papa Francisco expresó su «tristeza» por las víctimas y manifestó su «proximidad espiritual» con todas las personas que perdieron sus casas.

El gobierno provisional haitiano aseguró que la situación es catastrófica en el sur del país -especialmente en Les Cayes, Came Marie y Jeremie- y apeló a la ayuda internacional. “La destrucción es muy considerable. Por ahora estamos tratando de mejorar la situación de urgencia y el gobierno está en todos lados trabajando”, dijo el presidente interino de Haití, Jocelerme Privet, quien aseguró que aún no se recuperaron del terremoto de 2010 que dejó unos 300.000 muertos, cantidad similar de heridos y un millón y medio de damnificados. Además confirmaron el aplazamiento de las elecciones generales previstas para el próximo domingo 9 de octubre.

Si bien el huracán se debilitó a vientos de 175 kilómetros por hora. Y se espera que siga menguando, su peligrosidad se mantiene, al menos hasta que abandone la costa estadounidense el domingo. Se supone que el camino de Matthew continuará por la costa este de Florida hasta la noche del viernes, para seguir rumbo sobre las costas de Georgia y Carolina del Sur el sábado.