El mejor amigo y ex asesor oficial del presidente brasileño Michel Temer, el abogado José Yunes, reveló que confesó ante la justicia que sirvió, «sin saberlo», como un distribuidor de la corrupción pagada por la constructora Odebrecht al actual jefe de gabinete, Eliseu Padilha, y al ex presidente de la Cámara de Diputados Eduardo Cunha, preso en la Operación Lava Jato.

La bomba lanzada por Yunes, quien en diciembre renunció al cargo de asesor de Temer luego de que un ejecutivo de Odebreht delatara que el presidente le pidió en 2014 unos 3 millones de dólares para campañas de su partido, preserva al mandatario y echa las responsabilidades por el flujo de dinero ilegal en el jefe de gabinete.

Padilha pidió licencia del cargo hasta el 6 de marzo para someterse a una operación de próstata, horas después de haber sido acusado por un amigo del presidente Michel Temer de haberle enviado un sobre con dinero supuestamente de la empresa Odebrecht, como soborno al Partido del Movimiento de la Democracia Brasileña (PMDB). El jefe de gabinete alegó motivos médicos para tomar licencia del cargo y operarse en Porto Alegre, capital de Rio Grande do Sul.

El escándalo conocido como Lava Jato enchastra cada vez más a toda la dirigencia política brasileña aunque en su inicio fue una espina clavada en el gobierno del PT y de DIlma Rousseff, finalmente destituida en agosto pasado pero por una causa que a la luz de lo que siguió, resulta irrisoria: por “dibujar” gastos presupuestarios de un ejercicio a otro. Una falta administrativa pero que no representa delito. De hecho, no hay causa penal contra la mujer que comandó al país desde 2010 a 2016 y que antes había presidido Petrobras, la empresa de la que presuntamente partieron coimas para parlamentarios de todos los pelajes.

Tras una catarata de renuncias en el gabinete que armó Temer para “barrer” con el de Rousseff, el gobierno busca frenar la crisis al tiempo que trata de disimular el impacto de las causas penales por el Lava Jato. El jueves, por ejemplo, se anunció que el diputado oficialista Osmar Serraglio asumirá como nuevo ministro de Justicia.

Serraglio reemplaza a Alexandre de Moraes, que fue nombrado como juez de la Corte Suprema, un cargo de importancia crucial para el oficialismo en virtud de cómo pueden terminar las investigaciones que lleva adelante el juez Sergio Moro. De Moraes ocupa el cargo que tenía Teori Zavascki, relator del caso en el máximo tribunal y “oportunamente” muerto en un accidente de aviación en enero pasado.

El flamante ministro de Justicia declaró al diario Folha de Sao Paulo que se comprometió con Temer a mantener «distancia» de la Operación Lava Jato. Ante el mismo diario y la revista Veja, Yunes, el amigo de Temer, dijo que en 2014 fue «mula» (como se califica a los entregadores de drogas) del jefe de gabinete del presidente Temer, porque distribuyó, “sin saberlo”, sobres que contenían cientos de miles de dólares de los sobornos de Odebrecht.

El contexto es el siguiente: Claudio Melo Filho, ex ejecutivo de Odebrecht, delató a Temer por pedirle al titular de la empresa, Marcelo Odebrecht, hoy preso y condenado, el equivalente a 3 millones de dólares para la campaña a gobernador del estado de San Pablo del dirigente industrial Paulo Skaf, titular de la entidad Fiesp y del Partido del Movimiento de la Democracia Brasileña (PMDB). Melo Filho reveló que parte del dinero -cuatro millones de reales, 1, 3 millón de dólares- pedido por Temer fue llevado a la oficina que tiene Yunes en el exclusivo barrio de Jardim Europa, San Pablo.

Ahora Yunes confirma la versión pero dice que apenas recibió y entregó documentos, sin saber lo que había adentro de los sobres. El amigo de Temer dijo que los sobres no parecían contener milllones de dólares o de reales como dijo el delator de Odebrecht.

Pero entre sus revelaciones aparece en la trama de Odebrecht el ex presidente de Diputados Cunha, responsable por haber llevado adelante la oposición a DIlma Rousseff y el juicio político que finalmente destituyó a la presidenta y permitió el ascenso de Temer y ahora detenido a su vez por el escándalo Petrobras.