La visita de Cristina a su ciudad natal, La Plata, en la que encabezó un acto en el club Atenas con los estudiantes de la Federación Universitaria de La Plata (FULP) cobró un carácter simbólico para todo el kirchnerismo. En las últimas semanas, y con mayor intensidad en los últimos días, el espacio que se reconoce en el liderazgo de CFK asumió una tarea para el corto plazo: garantizar una articulación definitiva de todos los espacios políticos, sindicales, sociales y culturales que hoy conforman el kirchnerismo; despejar las desconfianzas, las vanidades y los matices que pueden haber generado algún obstáculo interno; abrir el camino para que Cristina despliegue la estrategia electoral en la provincia de Buenos Airesy en cada municipio. “Llamo al resto de la dirigencia del campo nacional y popular a tomar el ejemplo de cómo construir la unidad y para qué se debe construir la unidad. La unidad es tener la humildad de ponerse al frente y asumir los desafíos que la etapa les va a plantear”, exhortó el miércoles pasado.

El simbolismo de la visita de CFK a La Plata tiene que ver con el éxito que acompañó al frente universitario del kirchnerismo platense –el Frente Patriótico Milagro Sala, constelación de agrupaciones que antes no podían compartir la estrategia- que a partir de esa heterogeneidad y horizontalidad logró recuperar la federación universitaria platense para el peronismo, lo que no sucedía desde 1975. El éxito del frentismo en La Plata, al igual que triunfo de Proyecto Sociales (otro frente kirchnerista/peronista) en la UBA, funciona como caso testigo de lo que pretende hacer el kirchnerismo en la provincia de Buenos Aires, en cuya próxima elección legislativa se definirá el futuro del peronismo. Aunque todavía no lo confirmó ni lo desmintió, la dirigencia política de todos los partidos baraja la posibilidad de que Cristina compita como candidata a senadora. En los últimos días, tras gestiones y llamados de varios dirigentes, entre ellos el diputado Máximo Kirchner, otros referentes de peso del FpV bonaerense comenzaron una ronda de reuniones para ir delineando la reorganización del espacio propio.

La idea que circula es aceitar el trabajo en conjunto para establecer una “unidad de acción”. Otro diagnóstico compartido es el reconocimiento de que la galaxia de agrupaciones que se alinean con Cristina tiene un fuerte y estable arraigo entre el electorado de la provincia, sobre todo en el GBA. Esa inserción, que se vería fortalecida con una candidatura de CFK, trasciende los alineamientos de los intendentes que gobiernan los municipios. Un tercer acuerdo es que el kirchnerismo no es el único protagonista del llamado “proyecto nacional” y que para contribuir a una mayoría nueva habrá que confluir con sectores no kirchneristas. «