Los grupos empresariales se mueven aceleradamente al compás de los cambios políticos. Mientras la industria se acomoda como el principal interlocutor privado del gobierno del Frente de Todos, las entidades del campo empiezan a organizarse para rechazar la política de retenciones que prepara la administración que comenzará el 10 de diciembre.

Además la Asociación Empresaria Argentina (AEA), que fue la más cercana al gobierno de Cambiemos, sumó a su plantilla de socios a nuevos dirigentes del campo, de la industria petroquímica ty del sector automotriz entre otros importantes sectores de la economía.

La entidad comunicó la adhesión de Mariano Bosch, CEO y co-fundador de la compañía Adecoagro, de alimentación y energía; a Martín Brandi, de Petroquímica Comodoro Rivadavia; a Daniel Herero, el presidente de la automotriz Toyota, que es la de mejor desempeño a nivel local; Sergio Kaufman, presidente de la filial argentina de la consultora Accenture; a Teófilo Lacroze, de la empresa Raizen, con negocios en la refinería de petróleo y en la venta y distribución de combustibles; y a Alec Oxenford, titular de las tecnológicas Letgo y OLX.

La incorporación de estos dirigentes suma poder de lobby a esta entidad que quedaba en un segundo plano con la salida del macrismo del poder. “Ellos contribuirán a brindarle a la Asociación nuevas perspectivas y visiones que serán de gran valor en su misión. La AEA aspira a que se movilicen plenamente las energías del sector privado promoviendo así el desarrollo económico y social de la Argentina”, planteó la entidad a través de un comunicado oficial.  

La misiva remarca especialmente la capacidad de sus miembros cuando explicita que manejan empresas que facturan U$S 53.000 millones en conjunto, exportan por 9.604 millones de dólares y dan empleo a 240.000 personas.

Cita industrial

La Unión Industrial Argentina (UIA) realizará este jueves en Parque Norte su tradicional Conferencia Industrial con la apertura de Alberto Fernández y el cierre del presidente Mauricio Macri.

La UIA es por el momento el sector que se perfila como principal interlocutor del futuro gobierno y de antemano pisa fuerte en la organización del Consejo Económico y Social en el que Fernández buscará apoyarse para impulsar políticas que lo ayuden a transitar sin turbulencias los primeros meses de su gobierno.

Los sectores pymes aspiran a ser convocados pero siguen lejos del armado y sin referencias políticas a futuro ni mayores datos sobre los nombres del gabinete, según pudo averiguar este medio en diálogo con dirigentes de esas empresas.

La confirmación del presidente electo a última hora es un gesto favorable a la dirigencia de la UIA, especialmente si se considera que el futuro mandatario evitó reunirse con las entidades privadas que acompañaron el proceso político de Cambiemos en el poder. Entre otras cosas, no se reunió con el Foro de Convergencia Empresarial ni con el Consejo Interamericano del Comercio y la Producción (Cicyp) y además evitó asistir al Coloquio de Idea que se realizó en octubre en Mar del Plata.

Todo indica que la presencia del líder del Frente de Todos tendrá un peso simbólico importante a futuro y que ungirá a ese sector como el eje de la economía que viene.

La UIA por su parte se contenta con ese rol pero no deja de marcar el territorio: se manifestó muy moderada respecto a la posibilidad de inyectar dinero en la población por medio de aumentos de salarios y anticipó reclamos de líneas de créditos para la producción, entre otros temas.

Desenchufar la máquina

La contracara parece ser la  mayoría del sector agropecuario que rechaza el aumento de retenciones que a esta altura aparece en el  horizonte como una posibilidad cada vez más concreta en el marco de la crisis.

En una nota con Infobae, el titular de las Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Dardo Chiesa, advirtió este miércoles que si Fernández lleva las retenciones a las exportaciones de soja al 35% el sector va a “desenchufar la máquina de producir”.

El directivo, que la semana pasada firmó uno de los comunicados más enérgicos en contra de la posible medida, reiteró: “El sector no resiste retenciones. Tenemos la presión impositiva más alta del mundo y las altas tasas de interés. ¿Algún país soporta tasas de 85% por dos años como venimos soportando nosotros?”.

Y agregó: “Los procesos de inversión se hace a puro coraje y con mucha expectativa de que los tiempos que vienen van a ser mejores; si las señales son erróneas, se desenchufa todo. El paquete tecnológico, la voluntad proactiva, todo eso se destruye en un rato; no hay forma de salvarlo”.