Los Juegos Olímpicos tienen estas cosas. Que una ciudad reciba al mismo tiempo a los mejores eventos y a las figuras más convocantes. Y que esas estrellas que iluminan el deporte en los cinco continentes se concentren en un mismo lugar. A juzgar por la colección de apellidos que competirán en Río, el espectáculo está asegurado.


VA POR EL TRIPLETE
Una lesión muscular a comienzos de este mes disparó las alarmas: Usain Bolt podía perderse los Juegos. Sin embargo, el jamaiquino reapareció la semana pasada en Londres, ganando su prueba de 200 metros en la reunión de la Diamond League. Así, el objetivo del Rayo sigue intacto: ser el primer atleta de la historia en ganar las tres pruebas de velocidad (100 y 200 metros y la posta 4×100) en tres Juegos consecutivos. Los antecedentes lo avalan: no sólo logró esa hazaña en Beijing y en Londres sino en tres de los últimos cuatro Mundiales de atletismo. “No llego totalmente en forma, pero estaré bien”, anticipó Bolt. 

Enfrente suyo estarán viejos conocidos: los estadounidenses Justin Gatlin y Tyson Gay, a quienes se les sumarán en los 200 LaShawn Merritt y Wallace Spearmon. Por si Bolt tuviera problemas, Jamaica sustenta sus chances de medalla en otros velocistas temibles como Asafa Powell, Yohan Blake y Nesta Carter. También hay expectativa entre las mujeres por lo que pueda hacer otra jamaiquina, Shelly-Ann Fraser, quien intentará ser la primera dama en ganar tres veces seguidas los 100 metros llanos. La decepción de las competencias que se disputarán desde el viernes 12 en el Estadio Olímpico será la ausencia de los representantes rusos sancionados por doping, hecho que le libera el camino a Estados Unidos para ganar el medallero de la especialidad.

¿HABRÁ MÁS?
A los 31 años, Michael Phelps es el deportista con más medallas doradas en la historia de los Juegos: tiene 18 en cuatro ediciones. Parecía que ya no tenía más nada que lograr y en 2012 anunció su retiro de la natación. Sin embargo, dos años después volvió y en los selectivos de su país demostró que tiene chances de victoria. “Estoy nadando casi tan rápido como nunca antes”, dijo Phelps, que tendrá como principales rivales en los 100 mariposa al sudafricano Chad le Clos, en los 200 mariposa al húngaro Laszlo Cseh y al mismo Le Clos, y en los 200 libres a su compatriota Ryan Locte (también correrá en relevos). Sus descuidos con el alcohol y la marihuana durante su breve retiro despiertan algunas reservas. Gane o pierda, todas las miradas estarán puestas sobre él. También habrá ojos para Katie Ledecky, que en Londres, con sólo 15 años, ganó los 800 libres y que hoy, con tres récords mundiales encima, es considerada la nueva niña prodigio de la natación estadounidense.

AL UNO LO QUE ES DEL UNO.
Novak Djokovic se ha consolidado en el último año y medio como el indiscutido rey del tenis. En una época que quedará con letras doradas en la historia de este deporte por la vigencia y la rivalidad entre verdaderos fenómenos, Nole le sacó una pequeña pero visible diferencia a Roger Federer, para algunos el mejor de todos los tiempos, y a Rafael Nadal, el rey de las canchas lentas.


Las lesiones de ambos (el suizo anunció su deserción esta semana, Rafa llega disminuido por un problema en la muñeca) le abren el camino al serbio para conseguir en las canchas de cemento de Barra da Tijuca el oro olímpico, su gran cuenta pendiente (apenas tiene un bronce en Beijing, hace ocho años). Campeón vigente de todos los Grand Slam excepto Wimbledon, que ya obtuvo tres veces, su mayor obstáculo hacia el título parece ser Andy Murray, quien defenderá el título que logró en Londres hace cuatro años.

LA CUENTA PENDIENTE
El fútbol brasileño atraviesa un período de muchas dudas, pero tiene una certeza: Neymar debe estar en el seleccionado olímpico. Rogelio Micale, el técnico nominado de apuro por la CBF tras la renuncia de Dunga, lo dijo claramente: “Quiero ser dependiente de Neymar”. La verdeamarelha, con cinco Copas del Mundo en su haber, jamás ganó el oro en los Juegos (perdió tres veces la final, la última frente a México en 2012) y por eso los dirigentes le confiaron al jugador del Barcelona una de las tres plazas para mayores de 23 años que autoriza la FIFA, aceptando incluso no contar con el crack en la reciente Copa América para asegurarse que el club catalán lo cediera. La aspiración es que Neymar ayude a llevarlos al título y a enderezar el camino de un seleccionado venido a menos.
Por supuesto que habrá otras figuras para ver. Al ciclista británico Chris Froome, que la semana pasada ganó el Tour de France y buscará el oro en la contrarreloj; al polifacético Sonny Bill Williams, el centro de los All Blacks que será figura en el torneo de rugby seven; a Kevin Durant y sus compañeros del Dream Team de básquet. Y a muchas más en boxeo, gimnasia, vóleibol y en todas las competencias que harán de Río de Janeiro, durante poco más de dos semanas, la gran sede del deporte universal.