Los discursos y los votos no siempre coinciden en las sesiones de la Cámara de Diputados. Mientras Graciela Camaño ganó en exposición cuestionando los proyectos del Ejecutivo, Marco Lavagna apuntaló los proyectos del Gobierno. Así sucedió en la reforma Tributaria y en el Presupuesto.

Mientras Felipe Solá y Facundo Moyano se muestran cada vez más cerca del peronismo, Sergio Massa difunde una foto con el flamante titular del PJ bonaerense Gustavo Menéndez pero sale a despegarse de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner.   

Por ahora la estrategia parece poco clara. Sin embargo desde Tigre no dudan en señalar que “la intención es integrar un opción dentro del peronismo en 2019”.

Desde el oficialismo no hay dudas: El massismo dejó de ser una opción para negociar. Si bien lo lamentan e incluso algunos referentes, como el titular de la Cámara de Diputados, buscan reestablecer los puentes, el lugar de privilegio que ocupo el massismo hoy quedó en manos de los gobernadores y el peronismo no kirchnerista.

Los hombres que comparten el espacio político que lidera Sergio Massa lo saben y la reacción es casi natural. “Vamos a votar todo en contra”, dicen. Pero claro eso tampoco se comprueba por ahora en la realidad. Más allá de los discursos incendiarios y las críticas agudas el massismo acompañó varias de las reformas impulsadas por el oficialismo.

Desde el bloque que comanda Graciela Camaño en el Cámara de Diputados y que vigila Sergio Massa desde Tigre también creen que marzo será un mes clave. El diagnóstico en este caso coincide con el bloque parlamentario que responde a los gobernadores y con una buena parte de los dirigentes sindicales que integran la CGT.

“Es tan tonto oponerse a un gobierno sus primeros dos años, como apoyarlo los últimos dos”, asegura uno de los hombres que desde el peronismo asegura que en marzo las relaciones políticas entre oficialismo y oposición cambiará.

El diagnóstico sobre el cambio de clima se extiende en toda la oposición peronista que ya busca posicionarse en el lugar más indicado para dar batalla en el 2019.  En ese contexto los hombres cercanos a Massa aseguran que el exintendente de Tigre cree que el escenario de cara a las elecciones no será muy diferente al de los últimos comicios  y que en ese contexto sus votos se valorarán.

Claro que ese diagnóstico por ahora está reñido con la realidad. Con una derrota en su pago chico en las elecciones legislativas del año pasado, con una merma considerable en su representación parlamentaria y una estrategia poco clara el futuro del Frente Renovador no parece promisorio.

Lo cierto es que, más allá de los movimientos espasmódicos y las fotos de ocasión, en Tigre también están esperando a marzo para ver cuál es el tenor opositor que toman tanto la CGT como los gobernadores para ver como posicionarse.