Este jueves por la noche, como forma de protesta contra el decreto del presidente Donald Trump que prohíbe el ingreso de ciudadanos de siete países islámicos (momentáneamente bloqueado en todo el país por un juez federal del estado de Washington), el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA) –uno de los más importantes del mundo– cambió la muestra del área de su colección permanente por trabajos de artistas musulmanes.

Ante la decisión de Trump, las autoridades del MoMA expusieron las obras del pintor sudanés Ibrahim el-Salahi, los iraníes Tala Madani, Parviz Tanavoli y Marcos Griogorian o la arquitecta iraquí Zaha Hadid. La decisión no fue arbitraria ya que tuvo lugar en el emblemático quinto piso y se reemplazó trabajos de otros “extranjeros” como Picasso, Matisse y Picabia. Además, el museo ha instalado una escultura de la artista Siah Armajani en el patio del vestíbulo.

Junto a cada obra, el reconocido museo colocó el mensaje: “Este es el trabajo de un artista de uno de los países a cuyos ciudadanos se le niega el ingreso a Estados Unidos, según el decreto del presidente.” Y también “Este es uno de los trabajos de la colección del museo instalados para afirmar el ideal de libertad como vital para el museo y para Estados Unidos.”

Para los próximos días los conservadores incluirán nuevas apariciones de artistas musulmanes. Y dentro de la programación de este mes, el museo también dispuso la proyección de cuatro películas de directores de los países afectados por la prohibición, dentro de las cuales están Al-Yazerli (1974), del director iraquí Kais al-Zubaidi y Stars in Broad Daylight (1988), de Oussama Mohammad, cineasta sirio.