El paro convocado por el sindicalismo disidente a la conducción de la CGT tuvo un efecto llamativo en la Unión Tranviarios Automotor (UTA), el sindicato que agrupa a los choferes de colectivos de pasajeros del país. Trabajadores de entre 80 y 100 líneas de Capital Federal y Gran Buenos Aires resolvieron sumarse al paro, con lo que abrieron un interrogante sobre la gobernabilidad en el sindicato que conduce Roberto Fernández.

 El paro de este martes 30 sirvió para exponer el cuadro complejo que se vive en el gremio de los choferes y el malestar que existe en las bases de la UTA desde hace tiempo, especialmente fogoneado por el reclamo salarial y de seguridad.

Los conflictos son constantes. Dos semanas atrás hubo un paro y piquete en Autobuses Buenos Aires, una línea de Lomas de Zamora por el despido de un chofer por su actividad gremial.

Cuando Fernández sentenció que UTA no se plegaría al paro del 30 y sí convocaría a “no prestar servicio” el 1 de mayo, se inició un estado deliberativo en muchas líneas. Como promotor de muchas de ellas surgió la figura de Miguel Ángel Bustinduy, hasta el año pasado secretario de Organización de la UTA y mano derecha de Fernández. Bustinduy rompió y se presentó a las elecciones con lista propia. Perdió la compulsa con Fernández pero se plantó como la referencia opositora.

Sin embargo, sectores combativos de la UTA aseguran que los métodos de Bustinduy no se diferencian de los de Fernández. Le achacan responsabilidad en el ataque de una patota a los choferes en paro Autobuses Buenos Aires para obligarlos a levantar el paro que desarrollaban.

El lunes, Bustinduy pronosticó en una entrevista con Radio Mitre que “el paro va a ser contundente y total”. Aseguró que “siguen las adhesiones y los compañeros a lo ancho del país están tomando la decisión de parar en el día de mañana”.

En la CATT también

La UTA forma parte de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), la organización que agrupa a todos los sindicatos de transporte del país y que ha adquirido un peso propio dentro de la CGT.

El jefe de la CATT, Juan Carlos Schmid, fue uno de los promotores de la no prestación de servicios el 1 de mayo y se opuso al paro de este martes. Pero dentro de la CATT, muchos sindicatos resolvieron acatar la medida de fuerza.

Entre estos se cuentan los siete sindicatos aeronáuticos que agrupan a los pilotos de Aerolíneas, Austral y Latam, además del personal de tierra, los técnicos y las tripulaciones de abordo. También sindicatos portuarios que agrupan a operadores de grúas, obreros de puertos y estibadores. El sindicato que dirige Schmid, Dragado y Balizamiento, que también opera en los puertos no paró.

Fuentes consultadas por este medio aseguraron que la más de la mitad de los sindicatos enrolados en la CATT paró el martes y que ello tendrá consecuencias en ese organismo. Está abierto el juego a nuevas definiciones que vendrán en un futuro próximo.