Mientras leas esta entrevista, nacerán entre siete a diez bebés porque cada sesenta segundos nace un niño o una niña en la Argentina.

Este dato y numerables escenas de salas, testimonios y discursos médicos sacuden a espectadores parturientas o no en Parir, el documental dirigido por Florencia Mujica y guionado por ella junto a Laura Vasquez, Gabriela G. Fuentes y Yuruani Rodríguez, que se proyectará en pantalla grande este jueves a las 19:30 en el Cine Gaumont (Rivadavia 1635), en el marco de la Semana Mundial de Parto Respetado. 

Otros datos informan que el 85% de los bebés en el sector privado nacen por cesárea. Cientos de mujeres dan a luz en hospitales y clínicas. Un préambulo bíblico resalta a partir de El Génesis, una frase en placa inserta por las guionistas, que advierte la expansión, el sufrimiento y la posesión entre las personas. Pero ni datos ni frases resaltadas son tan pujantes como las escenas mismas de las protagonistas Nayla, Mariana y Vanesa.

Florencia Mujica lleva una década como documentalista. Está por dar a luz Parir, un film inédito en visibilidad de historias de partos en la Argentina. Su película anterior, producida por Taguara, la productora de mujeres de la que forma parte, presenta el tema de la esclavitud infantil. La cáscara rota sucede en unas granjas avícolas en Pilar, cuyo olor hediondo traspasa la pantalla mostrando denuncias de explotación en un barrio de countries a la fachada, y esclavitud de familias y niños por detrás de la tranquera. 

Mujica cuenta a Tiempo que trabaja junto a la productora de mujeres en la industria audiovisual generando materiales “de los que no se habla”. Cuando quedó embarazada la necesidad gestó una nueva obra y se contactó con  Las Casildas (Julieta Saulo, encargada de la producción de contenidos), un grupo encargado de grupos de crianza para sostenerse en las mismas problemáticas. Han dado marcha a una iniciativa relevante y necesaria: un observatorio de partos que no existía en nuestro país para producción de datos, a partir de los cuales se logre incidir en políticas públicas. También una obra de teatro y una revista con la misma temática.

Parir abre en modo sonoro con una pregunta que nace de la voz de una pequeña: “¿Cómo nacen los bebés, ma?” 

Responderán médicas, médicos, parteras y otros entre relatos y testimonios de mujeres acerca de lo que sucede en las salas de parto, expectativas, niveles de trato y maltrato, humanización y deshumanización. Se verán y escucharán frases tales como “estamos en un buen momento y por el sistema de analgesias que controlan el dolor y que brinda hoy (la cesárea) es ‘un escenario de seguridad’. “Recuerden que soy hombre”, advierte el médico sobre su trabajo en serie para rematar que la cesárea es “más segura”. 

A la vez, las escenas, especialmente las que se rodaron en la Maternidad de Moreno Estela de Carlotto -hoy en riesgo por su cambio de directivos y viraje político- cuentan los modos de administrar la fuerza, cómo no sentirse sola, qué se necesita de los médicos ante los miedos o las intimidaciones. ¿Cuáles han sido las prácticas consideradas “beneficiosas” en la cultura occidental y que no han contribuido al bienestar, comunidad y disfrute en el momento del parto? Aquí las mujeres ganan el protagonismo perdido, tanto como evidencian la necesidad de libertad en el parto, como así el tiempo en el que el cuerpo pueda parir. 

-¿Cuál fue el interés inicial? 

-Investigué cuando quedé embarazada de mi hija, hace unos siete años. Empezaban a surgir preguntas y tenía miedos clásicos que tienen todas las mujeres. Y un gran pánico al parto. Pensé que lo tenía que resolver, me di cuenta de que había un gran problema porque son escenas muy violentas las del parto. 

-Fomentado por las prácticas de la medicina tradicional. 

-Por las intervenciones cruentas sobre nuestros cuerpos. Busqué otras alternativas, en ese momento existía el parto en casa. Me decidí por esa opción, yo podía pagarlo, a diferencia de muchas mujeres que no pueden hacerlo. La historia no terminó tan bien: la partera que me acompañó terminó reproduciendo prácticas que yo no quería. El tiempo ganó y terminé en una cesárea. Para mí era una necesidad hacer un documental, es un problema grande, parimos y nacen chicos todos los días. Es una cuestión de salud pública.

-¿Qué concepto de parto encontraste? 

-Hay que tener en cuenta que el parto no es una enfermedad, pero se lo trata como si lo fuese. Cuando te vas a operar una rodilla nadie te atiende así, en cambio cuando vas a tener una hija o un hijo, es muy interesante lo que sucede en la escena del parto. 

-En Parir hay un contrapunto de formas de tratamiento obstétricas entre el sector público y el privado. ¿Es una advertencia? 

-Fue un trabajo colectivo entre las guionistas. El principio hicimos un casting de mujeres que empezaban su embarazo. El plan era registrar el proceso y ver qué sucedía. De ahí salen las protagonistas Nayla, Vanesa y Mariana. No sabíamos lo que iba a pasar. Cuando se terminó el rodaje, volvimos a pensar todo el boceto porque las historias cambiaron de rumbo, en casos no se cumplía aquello que las mujeres habían propuesto. La realidad es avasalladora. 

-¿Dónde filmaron? 

-En la maternidad Estela de Carlotto, en Moreno. Es pública y fue creada bajo la ley de parto respetado. Está pensada de otra manera y los profesionales están informados no tradicionalmente, lo hacen de manera humanizada. Los nacimientos son amorosos, tranquilos, sin invasión del cuerpo, es vanguadista y única en el mundo. Se piensa los derechos de las mujeres y no la posibilidad de pagarlo. Hace dos meses separaron a las directoras que han sido las pioneras, por razones políticas. Ahora está en un momento difícil. 

-El cumplimiento de la ley está en riesgo. 

-Absolutamente. La ley fue reglamentada hace dos años y no se cumple. Lleva ocho años, y no se cumple por infraestructura porque a nivel edilicio necesitás espacio para ser acompañadas y manejarse libremente y no estar acosadas con una vía puesta, que no las deja moverse. Por otro lado, la formación de los profesionales que no está hecho. Las maternidades trabajan como viene haciéndose hace 50 años.

-¿Cuál es el objetivo del documental? 

-Informar y empoderar a las mujeres acerca de los derechos que tenemos y desconocemos. Es una de las violencias más silenciadas y no nombradas como tales. La segunda pelea es hacerlos cumplir. 

Parir se estrena el jueves 18 a las 19:30, en el cine Gaumont (Av. Rivadavia 1635), hasta el 31 de mayo, todos los jueves, viernes, sábados y domingos a las 19:30.