Los doce jurados del juicio por el crimen de Rodrigo Alejandro Correa encontraron culpable al policía Hugo Daniel Pos. Y diez de ellos entienden que el efectivo de la Bonaerense también es penalmente responsable del intento de homicidio de otros adolescentes que se encontraban en el lugar. En los próximos días, un juez dictará el fallo definitivo y la pena que le corresponde al uniformado.

“Era un nene. Venía a mi casa a jugar a la pelota con mis dos hijos, un niño hermoso, muy cariñoso y sólo quería andar en su bicicleta y hacer willis. Subía a los más chiquitos y los llevaba a pasear. Fue hincha de River hasta los tres años, cuando su hermana más grande lo hizo de Boca. Mi sobrino tenía una sonrisa divina, nadie se imagina cuanto nos duele su ausencia y el daño irreparable que nos han causado”, recuerda en su angustia Marisa, la tía del adolescente asesinado.

Rodrigo tenía 14 años. Fue asesinado de un tiro en la nuca por el oficial de la Policía Bonaerense Hugo Daniel Pos, en el partido de San Martín. Este hecho de violencia institucional ocurrió durante la noche del martes 17 de julio de 2017, en Billinghurst, cuando el chico regresaba a su casa junto a dos amigos. En la esquina de Ocampo y José Hernández se cruzaron con dos jóvenes que iban hacia ellos corriendo y un policía que los seguía a punta de pistola. Una vecina contó que vio cómo Rodrigo se quedó paralizado. El agente vació el cargador de su arma reglamentaria y una de las balas impactó en la nuca del menor. Murió en el acto, mientras que los dos jóvenes que escapaban del uniformado, uno de 14 y otro de 16, también fueron heridos, pero fueron asistidos en el Hospital Castex.

Según Pos, «al menos cinco adolescentes» lo quisieron asaltar «con un arma de fuego», y le pidieron «que les entregue sus pertenecias». Sin embargo, la única pistola secuestrada en la escena fue la suya -además de los casquillos calibre 9 milímetros-. Pos quedó imputado de homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego contra Rodrigo, y la tentativa en perjuicio de los jóvenes internados. Finalmente, la Justicia de San Martín lo encontró culpable de estos delitos.

“La condena por unanimidad del jurado popular con respecto al asesinato de Rodrigo significa un fuerte rechazo de nuestra sociedad al gatillo fácil. Es un acto de justicia que llega como un mensaje a la Policía y al gobierno que ampara este tipo de hechos ilegales”, aseguró a Tiempo el diputado nacional Leonardo Grosso.

“Por unanimidad, la Justicia entendió el accionar criminal y doloso del policía Pos. Por lo cual rechazó de plano la coartada de que los chicos venían de un barrio muy peligroso y lo habían querido asaltar y que le dispararon previamente. Todas las evidencias recolectadas por los investigadores, como ser las vainas, proyectiles y las pericias realizadas por las propias fuerzas de seguridad, muestran que hubo un ataque deliberado de Pos hacia los chicos”, explicó Nahuel Berguier, abogado de la Campaña Nacional contra la Violencia Institucional.

“También pudieron declarar los dos adolescentes que resultaron heridos y otros dos que estaban con Rodrigo cuando ocurrieron los hechos y le contaron a los jueces que ellos venían caminando y que de repente apareció el policía a los tiros”, explicó Berguier.