Hugo Moyano había pegado el portazo hace un año. Hugo Yasky, hace 27. Las épocas, distintas; los motivos, similares: la inacción de la conducción de la CGT ante la ofensiva de un gobierno precarizador.

Apenas entrada esta primavera, una reunión entre los máximos representantes de la CGT, el sector conducido por Moyano y la Corriente Federal de Trabajadores (CFT) fue el primer paso hacia la unidad de las principales organizaciones sindicales del país. Diez días más tarde, se anunció el retorno de la CTA de los Trabajadores. El candidato presidencial del Frente de Todos, Alberto Fernández, habría sido el motor principal de esa unidad.

Omar Plaini, titular del Sindicato de Canillitas e integrante del grupo liderado por Moyano, afirmó que el coqueteo comenzó hace un año, en las calles. «Con Yasky y Roberto Baradel (Suteba) venimos desde hace un año y medio trabajando esta posibilidad de unidad. A partir de las distintas marchas que nos encontró en la calle: en la unidad en la acción», detalló a la agencia Ansol.

Pero no fue hasta el resultado de las PASO que se dieron las condiciones políticas que lo permitieron. «Hablen y únanse”, fue la frase citada por la agencia Télam, en boca de un vocero gremial, que marcó el rumbo de la unidad. La misma se la habría dicho Alberto Fernández a Héctor Daer, seguida de una pregunta: «¿Cómo voy a poder avanzar en un pacto social con los empresarios si en el país hay varias centrales y otras expresiones?». Días después, se dio el mencionado primer encuentro con Moyano y la Corriente Federal en una sede de UPCN.

Fernández celebró en el escenario del microestadio de Lanús el retorno de la CTA, junto a Axel Kicillof, Verónica Magario, Máximo Kirchner y casi toda la plana mayor del kirchnerismo. No estuvo Cristina Kirchner, aunque Yasky se encargó de mencionarla: «Fuimos capaces de construir unidad porque hubo una mujer que vino a la mesa de acción política del PJ», reconoció. En el congreso anual ordinario, centenares de delegados de la CTA de los Trabajadores votaron por unanimidad, a mano alzada, el retorno a la CGT.

La CTA Autónoma criticó el acuerdo. Rodolfo Aguiar, secretario general de esa organización en Río Negro dijo: «Por ahora, el regreso a la CGT que se plantea de una de las CTA, la de los Trabajadores, no es más que una puesta en escena que refleja más los intereses de los dirigentes que aquellos que puedan tener las bases de trabajadores contenidas en esas entidades». Según Aguiar, «volver a la CGT es, a sabiendas, dejar abandonados a millones de trabajadores», desocupados e informales.

Así las cosas, resta saber cuál será el orden jerárquico de esta unidad sindical. Por el momento, Daer, pese su criticada conducción en la CGT frente al avance macrista, se apunta como favorito a comandar la unidad.  «

Pichetto: “No va a durar”

Miguel Ángel Pichetto, senador y candidato a vicepresidente por el frente Juntos por el Cambio, fue el primer referente del gobierno de Mauricio  Macri en expresarse sobre el tema. Para Pichetto, la unidad «está enmarcada en el proceso electoral», al tiempo que vaticinó una corta esperanza de vida para el nuevo frente gremial: «Difícilmente dure en el tiempo.»

En declaraciones a Canal 26, Pichetto manifestó que «las visiones de la CTA son más duras, con posiciones más confrontativas» que las de la CGT, central que «tiene en la historia una matriz peronista, más ligada al diálogo, y sus dirigentes tienen mucha razonabilidad; de hecho, en estos 3 años y 7 meses han tenido actitudes democráticas».

Pese a las diferencias, «frente al escenario del 27 de octubre, han hecho un esfuerzo» para lograr la unidad, admitió.