El Gobierno nacional oficializó este miércoles la suba del Salario Mínimo, Vital y Móvil, que es del 35 por ciento, en siete cuotas que terminan en febrero del año que viene. La suba quedó establecida en la resolución 4/2021 publicada en el Boletín Oficial con la firma del ministro de Trabajo, Claudio Moroni.

Así las cosas, el salario mínimo recuperará algo de todo el terreno perdido en los últimos años, pero seguirá lejos de las canastas de indigencia y de pobreza.

La medida indica que, a partir del 1° abril de 2020, el monto a percibir será de «$ 23.544 para todos los trabajadores mensualizados que cumplen la jornada legal completa de trabajo». Esa cifra sube el 1 de mayo a $ 24.408; en junio, a $ 25.572; en julio, a $ 25.920; en septiembre, a $ 27.000; en noviembre, a $ 28.080, y en febrero 2022, a $ 29.160.

Con los valores previos a este anuncio, en marzo, un salario mínimo no alcanzaba a cubrir la canasta de indigencia medida por el Indec, para un hogar compuesto por dos adultos y dos menores. En tanto, dos salarios mínimos quedaban un 30% por debajo de la canasta de pobreza de ese mismo hogar.

Con los nuevos aumentos, el gobierno espera que esa tendencia se revierta. Sin embargo, si la inflación de las canastas de indigencia y pobreza siguen el ritmo de la inflación general, ese objetivo será difícil de cumplir.

En caso de que se cumplan las previsiones del Relevamiento de Expectativa del Mercado que realiza el Banco Central, la inflación de abril estará en el orden del 3,4%; en mayo, del 3%, y en junio, del 2,9%. Esto indicaría que el salario mínimo recuperará terreno, aunque muy lejos está de recomponer poder adquisitivo, ya que continuaría bastante por debajo de las canastas de pobreza e indigencia.

Por ejemplo, con las canastas actualizadas con las proyecciones del REM, la canasta de indigencia del citado hogar se ubicaría en $ 26.558, en abril; en $ 27.355, en mayo, y en $ 28.148, en junio. El salario mínimo alcanzará esas últimas cifras recién en noviembre, cuando más inflación se haya acumulado.

La situación es peor cuando se toman dos salarios mínimos para compararlos con la canasta de pobreza. Con las mismas proyecciones, la canasta de pobreza se ubicará en junio en $ 66.712. Para ese mes, dos salarios mínimos sumarán $ 51.144. La brecha es tan amplia que si a esa familia se le suman dos AUH (una por cada hijo del citado hogar), el ingreso total superaría los $ 60 mil, pero seguiría lejos de los $ 66.712 proyectados en este artículo.

La CGT, la CTA de los Trabajadores que lidera Hugo Yasky, la Unión Industrial Argentina (UIA) y las cámaras patronales convinieron la suba de un 9% en abril, 4 en mayo, 4% en junio, 3% en julio, 5% en septiembre, 5% en noviembre y un 5% final en febrero de 2022, lo que incluyó una cláusula de revisión en septiembre, cuando se volverán a reunir las partes.