El gobierno terminó una semana difícil con un paso que intentó ser al frente. Lo dio ayer, en Bella Vista, donde el presidente Mauricio Macri anunció el relanzamiento de los planes de crédito Procrear. Lo acompañaron la gobernadora María Eugenia Vidal (que también atraviesa días complicados por la escalada del conflicto docente) y el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, quien tomó el control de los créditos que hasta ahora manejaba la ANSeS.

«Es una revolución para el crédito hipotecario, una herramienta maravillosa. Todo se mueve en la dirección de producir futuro, generar felicidad y provocar un cambio trascendente en la vida de la gente», señaló un Macri exultante al presentar las cuatro nuevas líneas de crédito. Se trata de Solución Casa Propia, para comprar viviendas nuevas y/o usadas: Solución Construcción, para levantar una casa en terrenos propios; Desarrollos Urbanísticos, para los complejos que está construyendo el Estado, y Lotes con Servicios, para comprar la tierra y edificar más adelante.

«Lo revolucionario es que por un crédito de un millón de pesos, para comprar una vivienda, la cuota puede ser de $ 2.500. Es más baja que un alquiler. Además, otorgar créditos a 30 años no ha ocurrido nunca en la Argentina», dijo Frigerio, en referencia a las condiciones que fijará el Banco Nación para devolver los créditos, actualizados por la UVA (Unidad de Valor Adquisitivo) más un 3,5% de interés. A la iniciativa se sumarán bancos privados, con un plazo reducido a la mitad (15 años) y una tasa de 8%. Es un plan pensado para sectores de clase media y media baja: para acceder se necesitarán ingresos entre $ 16.100 y $ 32.200.

¿Qué es la UVA? Es la unidad de cuenta que creó el Banco Central para reactivar los préstamos hipotecarios. En marzo del año se la fijó en la milésima parte del costo promedio de construcción de un metro cuadrado testigo en un conjunto de centros urbanos y desde entonces se la actualizó por el CER (coeficiente basado en el índice de precios al consumidor). Ese valor, que en marzo del año pasado arrancó en $ 14,05, llegó el viernes a $ 17,77 (un 26% más).

Ese mecanismo de indexación es el que abre incógnitas sobre el futuro de los préstamos. Es que el capital a entregar (hasta $ 1.650.000, precisó el presidente del programa Procrear, Iván Kerr) se fija en UVA, unidad que a la vez se actualiza según el índice de precios. Esto significa que el peso de la cuota en la economía familiar (en apariencia bajo) puede ir creciendo si el salario real cae, como ocurrió el último año. Por ejemplo, si durante 2017 se cumple el 24% de inflación anual que pronostica la mayoría de las consultoras y el 18% del techo de paritarias que intenta imponer el gobierno, la cuota de $ 3.000 mensuales se elevaría a $ 3.719 por el incremento de la UVA. Para un jefe de familia que cobra $ 20 mil, si su sueldo se eleva a $ 23.600, abonar el préstamo le insumiría 15,75% de su sueldo en lugar del 15% inicial.

Por el contrario, la cuota podría ser menos onerosa si los salarios le ganan a la inflación. Claro que no es el panorama que la economía ofrece para los próximos meses. «