Parado en el círculo central de una de las canchas del predio de Ezeiza, mientras se presentaba informalmente ante los jugadores como nuevo entrenador  de la Selección argentina, Julio Olarticoechea hacía cuentas a medida que movía su mirada de una cabeza a la otra y llegaba a una conclusión tan triste como el presente que atraviesa el fútbol argentino: en la primera práctica del plantel que irá a los Juegos Olímpicos, el entrenador no pudo armar ni siquiera un equipo completo .

“Si hace falta, iremos a Río con 13 jugadores”, se envalentonó el Vasco el día que fue presentado como piloto de tormentas oficial luego de la salida de Gerardo Martino. Por estas horas, la realidad no es tan distante de aquella frase: fueron nueve futbolistas de campo y dos arqueros los que participaron del inicio de los entrenamientos. Y, a menos de un mes del comienzo del certamen (iniciará el 3 de agosto), nadie puede decir a ciencia cierta cuándo se completará el grupo de los 18 que viajarán a Brasil. De hecho, ni siquiera está claro cuál es la lista definitiva, porque en los últimos días se sumaron nuevas bajas a la nómina que se había hecho pública la semana pasada.

En el transcurso de la semana se espera que se sumen a los trabajos Manuel Lanzini, que ya recibió la autorización de West Ham para disputar los Juegos y viajará al país en las próximas horas, y Mauricio Martínez, el mediocampista que Rosario Central le acaba de comprar a Unión. Además, el otro que podría incorporarse antes del fin de semana es Jonathan Calleri, siempre que San Pablo quede eliminado el miércoles de la Copa Libertadores. Para más adelante, en tanto, quedarán los arribos de Leandro Vega y Giovanni Simeone, que esperarán al grupo en Estados Unidos, donde River está haciendo la pretemporada y el seleccionado hará una mini gira previa al certamen olímpico.

Los dos cupos restantes, en teoría, le corresponden a Víctor Cuesta y a Joaquín Correa, aunque sus clubes aseguraron que no los cederán. El defensor, que estuvo en la Copa América, no recibió autorización de parte de Independiente, pero mete presión para ser liberado, mientras que el mediocampista fue recientemente transferido de Sampdoria a Sevilla y el club español decidió retenerlo. En su reemplazo, será citado otro hombre de River: Joaquín Arzura. En tanto, el otro que espera en las gateras es Cristian Pavón, que solamente tendrá vía libre si Boca queda eliminado de la Copa Libertadores.