Los principales dirigentes de la CGT, finalmente, participaron de la masiva Marcha Federal de la que originalmente no eran convocantes. Para eso, dos días antes emitieron un comunicado solidarizándose con las organizaciones sociales.

Conscientes de que, en estas condiciones, lo que está en juego es que organizaciones ganarán la calle para liderar la protesta de los trabajadores, se hicieron ver en la Plaza de Mayo con el propósito de recuperar protagonismo. Es que el veto a la ley para limitar la suba de tarifas aprobada por el Congreso nacional resuelto un día antes por el gobierno ya no dejó margen para sostener una actitud pasiva.

Héctor Daer, allí mismo, declaró a los cronistas de televisión que «las causas y justificaciones para una medida de fuerza se están dando» y detalló una serie de encuentros pautados entre lunes y jueves cuando finalmente se reunirá el Consejo Directivo de la CGT. Mencionó citas con senadores, diputados, dirigentes políticos y asociaciones de pymes.

Ante un pedido de definiciones sobre la fecha, el triunviro que ha venido mostrando el perfil más conciliador con el gobierno, puso paños fríos: «Tenemos que coordinarlo para que sea una medida que esté acompañada por toda la sociedad y no sólo por los trabajadores» porque, explicó, «no queremos dar pasos en falso».

Con todo, aseguró que «no tengan duda de que va a haber paro», aunque, señaló, «estamos generando las garantías para que nos acompañen todas las organizaciones sindicales» en una clara referencia a lo ocurrido el 18 de diciembre cuando, la misma medida resuelta por el Consejo Directivo fue incumplida por los gremios del transporte, lo que produjo una escisión en la conducción de la cuál la CGT aún no se ha recuperado.

En la misma línea se manifestó otro de los triunviros, Juan Carlos Schmid, que en el mismo lugar señaló: «El jueves reuniremos el Consejo Directivo y va a haber paro general a la brevedad coordinando con las distintas expresiones populares y sindicales».

Los trascendidos indican que la medida se tomaría antes del Mundial y que podría fijarse para el 12 de junio.

En las vísperas de la Marcha Federal las organizaciones que se agrupan en el denominado 21F ya habían planteado la necesidad de un paro general incluso formulado en términos de exigencia al Consejo Directivo.

Ambas CTA emitieron el jueves un comunicado conjunto convocando a un plenario de delegados para mañana donde fijarían la convocatoria a un paro general para el 8 de junio que, a su vez, buscó marcarle la cancha a la CGT. La Corriente Federal de Trabajadores, el mismo día emitió otro comunicado en el que «resolvió plantear al Consejo Directivo de la CGT la necesidad de rechazar el inadmisible veto presidencial mediante la realización de un paro general». En el mismo sentido se pronunció Sergio Palazzo en el escenario de la Marcha Federal donde fue el único orador cegetista invitado a emitir un breve saludo a la multitud.

Pablo Moyano, que ya lanzó su candidatura a secretario general de la Central para las elecciones pautadas para el 22 de agosto, declaró que «el paro general es inminente» y, con un mensaje sutil referido a la interna de la central, aseguró que «va a ser la continuidad del 21 de febrero». Es que en esa jornada en la que se ausentaron los triunviros Héctor Daer y Acuña, según el dirigente camionero, «se puso de manifiesto la voluntad de pelear contra la política económica».

Sobre los motivos de la decisión del triunvirato a acceder a una convocatoria, Pablo Moyano señaló que fue «por la presión de los trabajadores ante el veto y la inflación que no cesa».

Por eso adelantó: «En la reunión del jueves nuestra organización va a exigir la fecha concreta del paro».

Por su parte, Alejandro Crespo, dirigente del Sindicato Único de Trabajadores del Neumático de la Argentina (SUTNA) señaló a Tiempo que lo que se necesita «para derrotar la política de ajuste del gobierno y el FMI es un paro activo nacional». Crespo agregó que «ya conocemos la política de la conducción de la CGT que ha venido acompasando el ajuste. Ahora buscarán descomprimir con un paro para el desahogo». «