Si tenía dudas, ya no: la gobernadora María Eugenia Vidal habilitó el debate y apoya la división de La Matanza, el histórico bastión peronista. El acto con el presidente Mauricio Macri en ese municipio aceleró los tiempos y en la Legislatura preparan el terreno para darle despacho favorable al proyecto presentado por el partido de Margarita Stolbizer. La discusión, sin embargo, estará atada a la negociación por el Presupuesto 2017.

La iniciativa no es nueva. Fue presentada sin éxito al menos cinco veces en los últimos 15 años. Primero por la UCR, después por la Coalición Cívica y ahora por el GEN. El texto propone dividir al municipio más populoso del Conurbano, que tiene un millón de electores, en cuatro nuevas comunas: Los Tapiales, Gregorio de Laferrere, Juan Manuel de Rosas y La Matanza. En los ’90, el ex gobernador Eduardo Duhalde también intentó dividirlo como parte del proyecto Génesis 2000. El objetivo de Cambiemos está puesto en las elecciones 2019 y busca debilitar más al peronismo, atravesado hoy por internas interminables.

El proyecto está desde marzo en la Comisión de Asuntos Municipales que preside el diputado massista Juan Francisco Andreotti, pero que recién hace dos semanas pidió informes de factibilidad económica al Ejecutivo para saber si las nuevas comunas serían viables.

En el gobierno de Vidal repiten a coro que si no hay viabilidad, no habrá división. Hubo dudas en un primer momento sobre embarcarse en la batalla legislativa por el costo político que podría traer y porque hace menos de un mes se aprobó la ley que frena las reelecciones indefinidas. Ahora, en la intimidad, aseguran que habrá despacho favorable en breve como «señal política», e imaginan incluso que podría tener media sanción en la Cámara Baja antes de que termine 2016.

El autor del proyecto, el diputado del GEN, Marcelo Díaz, negó intenciones electoralistas. «Con el cambio de gestión hay voluntad política de tratarlo. Nadie imagina crear municipios que no sean viables y nadie pretende una ley exprés», dijo a Tiempo. Y apuntó al titular del PJ bonaerense, Fernando Espinoza, y a la intendenta matancera Verónica Magario, por su rechazo: «La que está tiñendo de política esto es la oligarquía (sic) que gobierna La Matanza y que ya fue parte del Génesis 2000.» Díaz también impulsa la división de su distrito, Lomas de Zamora, aunque ese expediente no tiene movimiento.

El FR, con sus 20 diputados, será clave para que avance la ley. Sin definir abiertamente su posición, Sergio Massa visitó La Matanza el viernes y le pasó la pelota a Magario al decir que debería llamar a una consulta popular para que los vecinos decidan. En su bloque hay opiniones encontradas. Andreotti, a cargo de la comisión que trata el expediente, está a favor: «Creemos que los municipios de menor población tienen más cercanía con el vecino pero hay que ver si esto es viable y quién lo va a financiar. La división implica entre 400 y 500 millones más de gasto, eso es el 10% del presupuesto actual de La Matanza. ¿De dónde van a salir los fondos?», dijo a Tiempo. Rubén Ledesma, diputado matancero, está en contra: «La Matanza es demasiado pobre para seguir empobreciéndola con divisiones», dijo.

La división estará condicionada además por la discusión que comenzará apenas el Ejecutivo mande el Presupuesto y la ley fiscal 2017, previsto para mediados de septiembre. Los proyectos incluirán un fuerte endeudamiento y una suba impositiva derivada del revalúo fiscal. Como ocurrió en enero, Cambiemos deberá volver a negociar con el massismo, con el peronismo –que sigue partido en tres, pese a un intento de unificación por La Matanza– y con los intendentes –que buscarán más fondos– para conseguir los votos que le aseguren las leyes a Vidal. «