La cuenta regresiva está en marcha. Oil Combustibles, la nave insignia de Indalo, debe más de lo que valen sus activos, acumula deudas día tras día y no genera ingresos. De acuerdo con los últimos movimientos del juzgado comercial que tramita el concurso preventivo, la pelota está en el campo de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), el principal acreedor, que deberá subir o bajar el pulgar sobre la continuidad de la firma de Cristóbal López y Fabián de Sousa. 

Dado este escenario, grupos extranjeros, competidores nacionales y clientes de Indalo se mueven para tomar su tajada. Algunos de ellos, próximos al gobierno de Cambiemos, y uno en particular, a los negocios de la familia Macri. Es decir, no se trata sólo de un publicitado encono aleccionador del presidente hacia Cristóbal López («la lucha contra las mafias») sino que, como en casi todos los órdenes económicos en los que posa su mirada la Casa Rosada, su intervención no será inocua para los intereses económicos de sus moradores.

No bien entró en escena en octubre pasado, a caballo del sello OP Investments, el misterioso Ignacio Rosner tiró dos cartas sobre la mesa, una con peso simbólico y otra, económico: mostró credenciales del Cadernal Newman, Socma y Clarín, y dijo tener el respaldo de la petrolera rusa Lukoil. 

OP Investments concretó su salida el viernes, pero la aventura rusa no era un mero fantasma. En las últimas dos semanas, la segunda compañía privada del mundo en reservas de crudo envió ejecutivos a Buenos Aires e hizo una propuesta junto con la firma local Podestá para salir de la emergencia operativa. 

Fuentes clave del expediente se preguntan si la intención de Lukoil es comprar el holding hoy, con todos sus pasivos impositivos, laborales y ambientales, o empujar la quiebra para poder hacerse de la refinería en San Lorenzo y muelles con características únicas sobre el río Paraná a precio de remate.

La misma duda cabe para otras empresas que asomaron, como YPF (apuesta del gobierno de Santa Fe, que trata de evitar una severa crisis social y ambiental en San Lorenzo) y Vila-Manzano, especializado en el combo petróleo-medios.

Sin embargo, la oferta más concreta llegó de un jugador que se abrió a nuevos horizontes desde diciembre de 2015. Se trata de Pampa Energía, la nave de Marcelo Mindlin, el comprador de la constructora Iecsa al primo presidencial Ángelo Calcaterra. 

Pampa Energía se presentó en el concurso de Oil Combustibles, que tramita ante el juzgado comercial Javier Cosentino, el 5 de marzo pasado. En un escrito relata que en sus plantas en Puerto General San Martín (Santa Fe) y Zárate (Buenos Aires) emplea a 860 personas para producir y comercializar caucho (insumo para neumáticos, por ejemplo), poliestireno y estireno monomero, con participación en el mercado argentino del 85%, 93% y 100%, respectivamente. 

El problema es que esas plantas se abastecen de la nafta virgen que les provee en exclusividad la Refinería San Lorenzo, de Indalo, incluso a través de caños directos hacia las instalaciones santafesinas. Si se corta el abastecimiento de nafta virgen, la empresa de Mindlin traza un panorama desolador para sí y para terceros. Como un dominó, se afectaría en lo inmediato la industria de envases para lácteos y cosméticos, neumáticos, pinturas, aislantes y hasta palitos para chupetines. 

La empresa de Mindlin propuso alquilar la refinería San Lorenzo con opción de compra y depositar el pago del combustible en 24 horas, para salvar así la operatividad inmediata. De acuerdo con los interventores judiciales –Carlos Bianchi, Francisco Cárrega y Liuba Lencova Besheva–, ni Mindlin, ni Lukoil ni Trafigura (tercer oferente presentado en el expediente) mencionaron en sus propuestas el monumental pasivo de la firma.

La citada no es la única aproximación del grupo de Mindlin a la estampida de Indalo. Fuentes acreditadas del expediente ponen la lupa sobre Santiago Dellatorre, el socio sigiloso de Rosner que desembarcó en octubre en las oficinas de Indalo sobre Leandro N. Alem. La sospecha generalizada es que Rosner y Dellatorre son prestanombres. ¿De quién? De los propios López y De Sousa, dicen algunos no sin elementos para sospecharlo. 

Pero las fuentes se vuelven sugestivas cuando advierten que el abogado Dellatorre era socio del estudio jurídico Salaverry, del que se separó cuando asumió en Indalo. 

Ese bufete es el que armó la ingeniería legal-financiera de Pampa Energía en diversas sociedades, en las que el propio Dellatorre y abogados de su oficina figuraban como directores. Un típico caso de estudio cautivo cuya identidad queda difuminada en documentos y contradocumentos guardados en escribanías. 

Aquí cabe entrar a dilucidar si los protagonistas son lo que dicen ser, o si los vínculos soterrados y una lógica económica elemental indican otra cosa. Hace un año, Pampa Energía anunció la compra de Iecsa, la constructora que supuestamente cedieron en cómodas condiciones los Macri a Calcaterra, primo de Mauricio, en 2007. Al ascendente empresario no lo inhibió la sombra que se cierne sobre la obra estelar de Iecsa, el soterramiento del Ferrocarril Sarmiento, proyecto que, según indicios asentados en la Justicia brasileña, formó parte del esquema de corrupción Lava Jato, con Calcaterra como gestor principal. 

A la cuenta de Mindlin corresponde sumar los tarifazos eléctricos, de los que se beneficia por su participación en Edenor, la transportadora Transener y varias generadoras termo e hidroelécticas. 

Hay más. Con la declaración el año pasado de 44 millones de dólares que tenía ocultos, Mindlin fue uno de los principales beneficiarios blanqueo que habilitó Macri. Y más: Pampa Energía compró la filial argentina de Petrobras 

Cualquier plan de compra de Indalo deberá contar con el visto bueno de la AFIP, acreedora de 10.474 millones de pesos verificados en el concurso y 1942 millones impagos en los últimos meses. El organismo recaudador trató de postergar sin éxito la audiencia de mañana, en la que el juez Cosentino espera una respuesta sobre eventuales quitas y ampliación de plazos que evitarían la quiebra inmediata. 

Como si nada ocurriese, De Sousa y López salieron de la cárcel con ínfulas. El tendal de trabajadores que dejaron sin indemnización en productoras de TV, El Argentino, Buenos Aires Herald, Ideas del Sur y Ámbito Financiero no impide a la dupla trazar planes para sus empresas. De Sousa, por caso, volvió a mostrarse en los restaurantes de Palermo Soho, su barrio preferido. «