Unos le rezan a San Expedito, el santo de las causas urgentes; otros se hicieron devotos de San Judas Tadeo, el de las causas imposibles.

El resultado de las PASO también fue un cimbronazo para los empresarios, que empezaron la semana en shock pero no tardaron en reponerse para jugar en la carrera electoral.

Los que le rezan a San Expedito son los que leyeron la victoria de Alberto Fernández como un hecho irreversible. Entienden que el presidente Mauricio Macri no tiene cómo remontar los 15 puntos de diferencia de las primarias y prefieren que la contienda se resuelva cuanto antes.

Los adoradores de San Judas Tadeo quedaron devastados por el cachetazo del domingo, pero todavía creen en la posibilidad de una gesta y se preparan para dar pelea baldosa por baldosa.

A reunirse

Desde la primera hora del lunes, muchos empresarios se movieron rápido de un lado a otro de las fronteras electorales para pedir reuniones con los candidatos. La más deseada es la reunión con Fernández, previsiblemente. Pero el candidato del Frente de Todos eligió recibir a empresarios sueltos y no a las asociaciones que los representan.

Por caso, el jueves fue visitado por Marcos Galperín, el dueño de Mercado Libre. La jugada representó un avance simbólico sobre el territorio adversario, porque el invitado es una figura paradigmática del empresariado 2.0 cambiemita. Pero, al mismo tiempo, fue una señal en el contexto de la presión de los mercados que sucedió al triunfo de Fernández en las PASO. Galperín es un defensor de la libertad de capitales y de la flexibilización laboral, que este año debatió públicamente con el gremio La Bancaria y con el dirigente social Juan Grabois.

El empresario salió con una sonrisa y destacó el encuentro como muy constructivo: «Mi postura en la campaña –declaró a la prensa– fue pública y clara y el hecho de que me hayan recibido y escuchado fue para encontrar puntos de encuentro, calmar a la gente y pensar al país hacia adelante».

Lo último que se pierde

A la espera de la reunión con el candidato más difícil, los miembros del influyente Foro de Convergencia Empresarial (FCE) se reunirán el martes para definir una posición de cara a las elecciones del 27 de octubre. El encuentro será a las 9 en la sede del Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA).

Como Galperín, el coordinador del FCE, Miguel Blanco, director de la prepaga Swiss Medical, destacó que Fernández y Macri se hayan comunicado el jueves, después de varias declaraciones cruzadas.

En diálogo con Tiempo, Blanco consideró esa conversación como «la clave para dar un mensaje de tranquilidad» y evaluó que si gana Fernández «no vendrán políticas diametralmente opuestas» a las del gobierno de Cambiemos: «El origen de la convulsión (por la suba del dólar) era la falta de acuerdos básicos institucionales y económicos», analizó.

Sin embargo, la impresión del dirigente es que el proyecto de Macri todavía tiene vida y lo alentó a seguir luchando pese al derrumbe del domingo. El presidente, señaló Blanco, «tiene que seguir insistiendo», porque «hay mucha gente no votó, entre otros factores que pueden revertir el cuadro». El lunes post PASO, Blanco le dijo a Tiempo que las chances de que el gobierno recupere posiciones «son casi imposibles».

Otro que, como Galperín, se puso la camiseta de San Expedito, fue el constructor Eduardo Costantini, dueño de Consultatio, quien, en una entrevista con Radio con Vos, lanzó sin rodeos que «sería mejor que Alberto Fernández ganara en primera vuelta».

El Consejo Interamericano del Comercio y la Producción (Cicyp), que encabeza el industrial Daniel Funes de Rioja, también está detrás de un encuentro con Fernández. La entidad confirmó a este diario que organiza un almuerzo en el Hotel Alvear Palace con el candidato «porque el empresariado quiere ser escuchado», pero la comida sigue sin fecha a la espera de un lugar en la apretada agenda del presidenciable.«

También derrotados

No lo van a reconocer así nomás, pero la inmensa mayoría de los grandes empresarios está en la primera línea de los derrotados por el batacazo de la fórmula Fernández-Fernández en las PASO.

Estuvieron involucrados en el gobierno al participar en los gobiernos nacional, provinciales y municipales. El presidente los convocó y las empresas aportaron ministros, como el ruralista Luis Miguel Etchevehere o el comerciante Guillermo Dietrich, pero además colocaron a centenares de sus cuadros en todos los niveles del Estado.

Si el resultado del domingo pasado es una respuesta a la política económica de los últimos años, buena parte de esa contundente devolución correspondió a sectores importantes de la familia de los negocios con unas pocas excepciones.