La consultora Ficonomics dio a conocer un informe que enciende una fuerte luz de alarma en lo que se refiere al potencial traslado de la crisis que atraviesa la economía real hacia el sistema financiero. Es que, basado en datos del Banco Central de la República Argentina, el estudio da cuenta de un crecimiento explosivo de los cheques rechazados durante el año 2018 que se incrementaron en un 66,2% con relación al año anterior a pesar de que, por efecto de la recesión, al mismo tiempo se registró un retroceso del 2% en ese tipo de operaciones.

De esta  manera, la cantidad de cheques que fueron rechazados sobre el total de los compensados entre bancos (aquellos que efectivamente ingresaron al sistema de clearing y que, por lo tanto, pueden ser registrados por el BCRA), llegó al 5,2%. Este porcentaje es casi idéntico al 5,4% que se verificó en 2001 aunque supera los registros de aquel año cuando el porcentaje se establece sobre el monto total operado. Los rechazos representan un 4,5% del volumen monetario de esas operaciones y superan largamente todos los registros existentes desde el año 2000.

El diferencial que existe entre la medición referida al porcentaje de cheques rechazados sobre el total (5,2%) y la medición referida al monto (4,5%) indica que las dificultades se concentran en aquellos eslabones más pequeños de la cadena de pagos, en particular las Pymes y las familias, que por su naturaleza operan montos reducidos.

Para la consultora la situación es “alarmante” y es reflejo del “desajuste que se está verificando en la cadena de pagos”.

El informe, además, sostiene que “es posible que, en lo que a rechazos respecta, aún no hayamos visto la peor parte” puesto que “por la naturaleza de esta forma de pago (que permite diferir el pago a pesar de entregar el documento), es de esperar que en los próximos meses continuemos observando un crecimiento importante en los rechazos”.

Por último y hacia adelante, los especialistas de Ficonomics señalan que “preocupa especialmente que el nuevo y adicional endurecimiento monetario que parece haber puesto en marcha el BCRA en marzo pueda significar el punto de quiebre definitivo para una gran cantidad de empresas que, como indican los datos, parecen estar al borde de la cesación de pagos”.