La decisión de las autoridades de la Agencia de Recaudación de la provincia de Buenos Aires (ARBA) de descontar el incentivo salarial que cobran sus agentes cuando se tomen licencia, incluso por embarazo, enfermedad o adopción, no cayó para nada bien en los trabajadores del organismo que, el miércoles pasado encabezaron una protesta de la que participaron los gremios UPCN y la Asociación de Empleados de Rentas e Inmobiliaria (AERI), las dos asociaciones sindicales con presencia en el ente.

En aquella oportunidad, los empleados marcharon en caravana por los pasillos del edificio para hacer oir su reclamo y calificaron a la medida como “arbitraria y discriminatoria”.

La resolución había sido firmada días antes por el titular de Arba, Gastón Fossati, que luego del hecho consumado recibió una carta en la que empleadas de ARBA le expresaron su rechazo a la decisión de descontar el incentivo salarial por licencias.

Para Fossati, quienes acudan a las licencias para este tipo de eventos, perderán el derecho de la productividad (una conquista histórica en el organismo que ya forma parte del cálculo de ingresos de los y las trabajadoras), y justificó la medida porque advirtió que se necesita aumentar la recaudación.

Y claro, las más perjudicadas ante esta iniciativa son las mujeres, que ven cercenados sus derechos a la maternidad, a la igualdad salarial y de oportunidades. En ARBA, ser madre significará que las mujeres van a ver recortados sus ingresos, cuando este es un derecho que no tiene opción legal de rechazar o achicar.