Seis mil despidos y suspensiones por mes, en promedio, se registraron en lo que va del 2018. Los pronósticos de una economía en crecimiento quedaron relegados por la realidad y los efectos de la corrida cambiaria sobre la producción y el consumo. Pero el pico, bajo el impacto de los efectos recesivos de la mega devaluación, se registró en los últimos dos meses, septiembre y octubre, cuando las cesantías y suspensiones sumaron 20.872.

Se trata de una cifra equivalente a casi siete veces los registrados durante los mismos meses de 2017 cuando habían llegado a 3.080. En el acumulado anual, el crecimiento es del 576%.

El último informe disponible del Estimador Mensual Industrial del INDEC, relativo al primero de esos dos meses meses, de hecho, arrojó como resultado una contracción del 11,5%. Según un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), de los casi 21 mil despidos, el 74% corresponde precisamente al sector industrial que es el más golpeado por la recesión y la caída del consumo interno.

A la luz de la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) que elabora la Secretaría de Trabajo, el futuro inmediato debiera verificarse una profundización del ciclo toda vez que las respuestas de más de 3 mil empresas que releva el organismo arrojaron una proyección negativa en materia de creación de empleo del 0,4%. Para encontrar un resultado similar hay que recalar al período enero-julio de 2009. Desde que se realiza el relevamiento en el año 2004 no hay otros antecedentes de un diferencial negativo en las perspectivas empresarias de contratación de mano de obra.

El informe del CEPA destaca además que en la evolución anual de los despidos y suspensiones fue ganando protagonismo el sector privado sobre el público. De hecho, en septiembre, de 12.162 apenas 90 se originaron en el sector público y en octubre, de 8.710, el Estado explica 435. En enero, por el contrario, de un total de 6.639, 3.900 habían sido empleados públicos.

El mencionado informe “computa para el período noviembre 2015 a octubre de 2018 despidos que ascienden a 86.435 a las que deben sumarse suspensiones del mismo período”. Según datos de la Secretaría de Trabajo originados en el Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), en el período, las cesantías se elevaron a 92.843.

Por otro lado, según el relevamiento del Centro de Economía Política Argentina, del total de casos registrados durante el año, 36.292  corresponden a despidos, 6.624 a despidos por cierre de empresas o plantas, 1.644 a retiros voluntarios, 14.544 a suspensiones junto con 865 casos de adelanto de vacaciones. Es decir que, “1 de cada 9 despidos de los primeros ocho meses del año se relacionan con cierre de empresas o plantas” y destacan que “en el caso de la industria la proporción es aún mayor: 1 de cada 7 casos están vinculados a cierres”.

Por último, sobre el impacto sectorial, los números indican que dentro de la industria, el sector más afectado es el automotriz y de autopartes, seguido por el sector textil, alimentos y bebidas, el sector de electrónica y electrodomésticos y el sector metalúrgico. Luego frigoríficos, marroquinería, petróleo, hidrocarburos y refinería y calzado.

Por el lado de los servicios, se ubica el sector comercio, que representa el 53% de los despidos y suspensiones. También se destacan los medios de comunicación, vigilancia, transporte aerocomercial, limpieza, financiero, salud, gastronómicos, peaje y estaciones de servicio.