El precandidato a presidente por Consenso Federal, Roberto Lavagna, cerrará su campaña el jueves 8 de agosto en un lugar que todavía no está definido pero será dentro del área metropolitana. Antes aprovechará los últimos días de campaña para visitar Córdoba, Corrientes y participar de diferentes actividades en CABA y la provincia de Buenos Aires.

Los números de los distintos distritos que llegan al comando del lavagnismo siguen marcando como cierta la posibilidad de que esa fuerza política supere los dos dígitos a nivel nacional. Para eso, tanto en sus presentaciones ante la prensa como en los actos en el interior del país y en la recorrida por la provincia de Buenos Aires apelará a señalar que en las PASO el voto «útil» no tiene sentido y que se puede votar libremente.

Lavagna, durante los próximos cuatro días, seguirá destinando dos horas diarias a la atención de radios de pueblos pequeños del interior del país como lo hizo desde el comienzo de la recorrida de cara a las PASO. «Es algo que ni Macri, ni Alberto, ni Cristina pueden hacer», explican en el equipo de campaña.

El exministro de Economía y su compañero de fórmula Juan Manuel Urtubey se refugiarán en la economía como tema central y propondrán que la discusión se centre en la producción y el trabajo. «Bajar la discusión a lo cotidiano. No hablar tanto de deuda y FMI, y más de la microeconomía, de la plata que la gente tiene el bolsillo», detalló uno de los asesores ante el requerimiento de Tiempo.

En ese contexto los candidatos repetirán que en caso de ser gobierno elevarán el Salario Mínimo Vital y Móvil y exceptuarán a las pymes del pago del Impuesto a las Ganancias de manera inmediata.

La principal diferencia con el discurso del oficialismo será acentuar que el plan de reactivación contempla trabajar simultáneamente entre el consumo y la inversión.

Para explotar el rechazo que tanto el kirchnerismo como el macrismo tienen en una porción de la sociedad, el binomio Lavagna-Urtubey reforzará una idea que trabajaron durante toda el proceso proselitista y que tiene que ver con comparar el fracaso económico de ambas gestiones poniendo en juego los números de pobreza, recesión, desempleo e inflación.

Otro de los puntos del plan de reactivación económica sobre el que centrará el discurso el exministro es la «desdolarización» de las tarifas y la imposibilidad de que sigan subiendo por encima de promedio salarial.

En la línea con hablar de la economía de bolsillo, el precandidato presidencial también prometerá la eliminación del IVA para los productos más sensibles de la canasta básica y la creación de un Fondo Compensador para los créditos UVA.

Los puntos de coincidencia con los planteos que realiza Alberto Fernández son evidentes. Por eso desde Consenso Federal intentarán dejar en claro que «cuando a Lavagna le tocó conducir la economía los resultados estuvieron a la vista» y se diferenciarán de la política económica de los dos períodos de Cristina Kirchner. «