Ese penal de Rakitic, el quinto de la serie, le dio el triunfo a Croacia y lo depositó en los cuartos de final del Mundial. Fue 3 a 2 en los penales, después de un empate 1 a 1. El arquero danés Schmeichel, quien había atajado un penal sobre el final del alargue y también había parado dos durante la definición, eligió el otro palo y no pudo transformarse en el héroe de Dinamarca.

El partido fue muy parejo y el empate 1 a 1 fue muy lógico. Cuando el reloj había marcado los cinco minutos de juego, ya iban 1 a 1. Y de ahí en más jugaron 115 minutos más y no pudieron marcar. Llegadas al arco hubo, claro. Y de los dos lados. Porque el juego fue atractivo durante el primer tiempo. El segundo ya el partido se empezó a caer en un pozo y el alargue los transformó, porque parecía que temían atacar para no recibir contraataques.

Modric fue la figura, más allá de que a él le atajaron el penal en el alargue y recién en la definición pudo reivindicarse convirtiendo el suyo. Rakitic fue el que se llevó todas las fotos por haber definido el partido. En un Mundial que alterna resultados lógicos con sorpresas grandes, esta vez ganó el que llegaba con chapa de favorito. Y se las verá con Rusia, que también ganó por penales, en cuartos.