“Estos son abrazos que nos da la vida. Lamento muchísimo no poder compartirlo con muchas amigas que ya no están. Los quiero muchísimo”, dijo la Madre de Plaza de Mayo de La Plata, Herenia Sánchez Viamonte, en la plaza San Martín, ubicada entre la Casa de gobierno y la Legislatura bonaerense, que fue adornada con guirnaldas con más de 1.500 pañuelos para el homenaje que realizado organismos de Derechos Humanos, organizaciones gremiales, políticas y sociales. Le respondieron con un aplauso y luego un canto que completó el abrazo: “Madres de la Plaza, el pueblo las abraza”.

El homenaje comenzó a las 15.30 en la plaza en la que las Madres realizaban, los días miércoles, sus rondas para pedir por la aparición con vida de sus hijos frente a la Gobernación. La actividad incluyó la pintada de las imágenes de más de 70 pañuelos en el piso alrededor del monumento a San Martín, que habían sido vandalizados.

Por eso el acto en la plaza fue de homenaje y reivindicación: en las últimas semanas los pañuelos de la plaza aparecieron tachados con un círculo cruzado de color rojo, como el símbolo de “prohibido”. El ataque es parte de una campaña de hostigamiento que incluyó la agresión del símbolo de las Madres en las fachadas de locales políticos y murales.

“A 42 años homenajeamos a las Madres de Plaza de Mayo de La Plata por su lucha inclaudicable, porque marcaron el camino de la democracia en su lucha por la Memoria, la Verdad y la Justicia”, dijo Matías Moreno, de H.I.J.O.S y de la Mesa por los DD.HH de La Plata.

El homenaje a las Madres de Plaza de Mayo fue realizado por HIJOS regional La Plata, Familiares de desaparecidos y detenidos por razones políticas, Abuelas de Plaza de Mayo, la Mesa por los DD.HH, la coordinadora por los DD.HH y la CTA-A La Plata.

El acto comenzó cuando María Revoredo, de Familiares, leýo los nombre de las 86 integrantes de Madres junto al árbol que recuerda a una de ellas: Adelina Dematti de Alaye. Luego saludaron a las Madres Lucía García, Claudia Bellingeri y Paula Salas, por HIJOS; Leonardo Fossati, por Abuelas, y  Emiliano Hueravillo, por la CTA.

También habló Nora Ungaro, hermana de Horacio, desaparecido en la Noche de los Lápices. «Recuerdo que Nelba Falcone, la mamá de Claudia (desaparecida en la Noche de los Lápices) decía: ‘Mi hija dejó una bandera que yo voy a llevar a la victoria’. Eso fue lo que hicieron nuestras Madres», recordó. Por su parte, Hueravillo retomó esa idea de continuidad: «Quienes estamos acá somos un eslabón para las nuevas generaciones, que son quienes van a levantar las banderas de los 30.000».

Herenia cerró la actividad. “Somos poquitísimas las que quedamos. Cuando leían los nombres las recordé una por una”, comenzó. “Parece imposible que hayan pasado cuarenta y un años. Aquella fue una época tremenda, de desconcierto, en la que la palabra desaparecidos, no existía”.

La Madre recordó que las primeras marchas eran silenciosas y que también venían los padres. “Por eso hoy encontrar la plaza llena de pañuelos es muy emotivo”, cerró.