El presidente de Chile, Sebastián Piñera, pidió “perdón” a sus compatriotas durante la noche del martes y anunció un conjunto de mejores remunerativas y tarifarias como parte de una “agenda social de unidad nacional” con la que procura desactivar las protestas que se cobraron al menos 17 muertos en los últimos cinco días.

Minutos después de la conferencia de prensa, un automovilista atropelló a un grupo de manifestantes que realizaban un cacerolazo y mató a dos personas.

 “Reconozco esta falta de visión y les pido perdón a mis compatriotas”, dijo el mandatario en un mensaje al país emitido esta noche por televisión.

En el discurso, Piñera subrayó su preocupación por el restablecimiento del orden y el “regreso a la normalidad”, y descartó levantar el estado de sitio pese a que admitió que varios dirigentes políticos le pidieron que lo hiciera.

Entre otras medidas, el jefe del Estado anunció un aumento “inmediato” de 20% de la pensión básica solidaria y el aporte previsional solidario, lo que, según dijo, beneficiará a 590.000 y 945.000 personas, respectivamente, e incrementos en 2021 y 2022 para los jubilados mayores de 75 años.

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Además, comprometió recursos fiscales para complementar el ahorro previsional de la clase media, con el objeto de que unas 500.000 personas puedan mejorar sus haberes cuando se jubilen, así como para incrementar las pensiones de los adultos mayores que no aportan al sistema.

Piñera dijo que impulsará la creación de un salario mínimo garantizado de 350.000 pesos (equivalente a poco más de 481 dólares) mensuales, incluso para los menores de 15 años y los mayores de 65.

Asimismo, propuso crear un “mecanismo de estabilización” de las tarifas de la electricidad que “permitirá anular” la reciente alza de 9,2% y aumentar los impuestos a las ganancias superiores a ocho millones de pesos (poco más de 11.000 dólares) mensuales.

En paralelo al discurso de Piñera, cerca de las 22:30, un automovilista en estado de ebriedad atropelló a un grupo de manifestantes en la localidad de San Pedro de la Paz, provincia de Concepción, en Chile. Dos personas murieron y elevó a 17 el número de fallecidos después de varios días protestas.