La fiesta del Bicentenario en Tucumán concluyó con un desfile cívico militar que se extendió por más de cuatro horas. Mientras se desarrollaba los organizadores destacaron la presencia de ex combatientes de la guerra de Malvinas. Sin embargo, terminó convirtiéndose en un momento desagradable cuando entre los que desfilaban participaron ex miembros del Operativo Independencia, iniciado en febrero de 1975 y que terminó por convertirse en el laboratorio represivo que luego se aplicó en todo el país a partir del golpe cívico militar. Hoy, el gobierno de Tucumán repudió la presencia de estos “excombatientes” y negó que hubieran sido invitados al evento.

La noticia sobre estos “colados” se conoció varias horas después de la finalización del desfile y los repudios no se hicieron esperar. Los organismos de derechos humanos de Tucumán de inmediato rechazaron la presencia de estos hombres que su conducción militar se encuentran actualmente siendo juzgados por delitos de lesa humanidad.

El gobierno de Juan Manzur emitió hoy un comunicado formal ya que la primera repartición oficial en reaccionar fue la Secretaría de Derechos Humanos. El escrito de Manzur dice que dichos personajes “no tiene ningún tipo de cabida un movimiento que actuó de forma ilegal e irresponsable y que trajo a la Argentina años de sufrimiento y miles de personas desaparecidas y muertas”.

El vocal del Ente del Bicentenario del gobierno provincial, Julio Saguir, denominó a estos personajes como “infiltrados” porque no estaba entre la grilla de las agrupaciones invitadas. “Teníamos todas las agrupaciones nominadas acorde a una grilla que se fue confeccionando con todos los que iban a participar. Cada una envió las descripciones de quién era y cuál era su actividad. En ningún momento apareció ninguna agrupación vinculada al Operativo Independencia. Tenemos el listado previamente acordado y está a disponibilidad de quien lo solicite”. Por otra parte, Saguirse lamentó por lo sucedido e indicó que “se infiltraron dentro de las agrupaciones de veteranos de Malvinas  y luego sacaron la bandera. Lo mismo ocurrió con algunas agrupaciones gauchas”.

En tanto, la secretaria de Derechos Humanos local, EricaBrunotto, repudió y rechazó la presencia de los llamados Veteranos del Operativo Independencia. “Es inaceptable que en estos momentos, cuando se está llevando a cabo en la provincia la mega causa Operativo Independencia, y cuando los testimonios de las víctimas dan cuenta del horror vivido durante su vigencia a manos de los integrantes de las fuerzas represivas se produzca este hecho. Es una afrenta, no sólo a las víctimas sobrevivientes, a los familiares de los detenidos-desaparecidos, a los pueblos que arrasaron y diezmaron, sino a la sociedad toda a la que, entre otras acciones represivas, el Operativo Independencia produjo profundas heridas en su seno que distan mucho de estar cerradas”, señaló la funcionaria.

El 5 de febrero de 1975 comenzó el operativo que se aplicó tras la firma de un decreto presidencial de la entonces mandataria Maria Estela “Isabel” Martínez. A partir de allí efectivos del Ejército pero también de la Gendarmería participaron del operativo represivo que se aplicó sobre toda la población a pesar de que en los papeles se iba a concentrar en el combate a las organizaciones guerrilleras que actuaban en el monte tucumano. De hecho, bajo este operativo es que el Ejército instauró el primer centro clandestino de detención y aniquilamiento que funcionó en lo que se conoció como la “Escuelita de Famaillá”. Fueron 33 los campos clandestinos que implementó primero Acdel Edgardo Vilas y luego Antonio Domingo Bussi. Por esos campos pasaron miles de hombres y mujeres, muchos de los cuales fueron trasladados entre los diferentes centros donde todavía la mayor parte continúa desaparecido.  Hoy, parte de la conducción del Operativo Independencia enfrenta un juicio oral por crímenes de lesa humanidad.