La banda de sonido que despidió a la Argentina del Monumental fue un coro de silbidos. No es para menos: la Selección no pudo de local ante Venezuela por primera vez en su historia, la clasificación al Mundial de Rusia 2018 a falta de dos partidos es un interrogante y esta Eliminatoria, junto a la de Sudáfrica 2010, es la peor desde que existe este formato.

Después de un buen primer tiempo en el que le faltó contundencia, el equipo que dirige Jorge Sampaoli cayó en la desesperación y, falto de ideas, navegó en una incertidumbre que exasperó al público que se acercó a Núñez.
Una, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve situaciones de gol necesitó Argentina para convertir. El grito, incluso, llegó desde el pie zurdo de un jugador venezolano. Marcos Acuña desbordó por izquierda, mandó el centro atrás y el zaguero Feltscher hizo lo que no pudo ningún jugador argentino: vulnerar al arquero Fariñez, la gran figura del partido. Antes había fallado Icardi en cuatro oportunidades, dos veces Dybala, una Banega y Fariñez voló para frustrar a Messi. A la vinotinto, en cambio, le bastó un contrataque para lastimar al equipo nacional: John Murillo quedó cara a cara con Sergio Romero, agarró la pelota bien abajo y se la picó al arquero.
Con el 0-1 el Monumental entró en estado de ebullición. Acuña se vistió de bombero e inventó una jugada por izquierda que sirvió para volver a poner las cosas iguales. A partir de ahí el equipo desapareció. Justo cuando Argentina debía recuperar su mejor cara, aprovechar la serie de resultados a su favor y conseguir tres puntos que lo hubieran dejado en una posición cómoda. Sólo Messi aportaba claridad y jerarquía, acompañado por nombres sin experiencia en la Selección como Dybala, Acosta, Benedetto, Icardi y Pizarro. La apuesta de Sampaoli en este caso falló. Más llamativos fueron los cambios del entrenador, que no arriesgó demasiado y otra vez, al igual que en Montevideo, mandó a la cancha a Javier Pastore para los minutos finales de un partido caliente. El ex Huracán no dio en la talla.

Argentina encarará así la próxima doble fecha de Elimantorias, en octubre, en zona de repechaje. Se jugará todo ante Perú, como local, y Ecuador, de visitante, en la altura de Quito. La Selección sufre por su falta de gol: convirtió 16 tantos en igual cantidad de partidos y en seis ocasiones no convirtió. Entre el gol que convirtió Messi ante Chile luego de un penal mal cobrado y el tanto en contra que gestó Acuña pasaron 309 minutos. Demasiado si se tiene en cuenta que en los dos gritos, encima, se necesitó de una ayuda.