El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, recibió el sábado el premio Nobel de la Paz, en Oslo, por sus esfuerzos para acabar con el conflicto armado en su país. “Con este acuerdo podemos decir que América, desde Alaska hasta la Patagonia, es una zona de paz”, dijo el presidente de Colombia al recibir el premio por el proceso de paz iniciado en octubre de 2012 con la guerrilla de las FARC.

El segundo colombiano en recibir un premio Nobel, luego del escritor Gabriel García Márquez, fue acompañado por víctimas colombianas como Clara Rojas, Ingrid Betancur, Fabiola Perdomo, entre otros. Santos arribó a Noruega con el Acuerdo Final de Paz firmado con las FARC. Este hecho, luego de la derrota en el plebiscito por la paz del pasado 2 de octubre, le dio un fuerte respaldo.

Previo al discurso del galardonado, habló la vicepresidenta del Comité Noruego del Nobel, Berit Reiss-Andersen, que repasó los demoledores efectos del conflicto bélico: “Más de 220 mil colombianos han perdido la vida (…). Cuatro de cinco de los asesinados han sido civiles no beligerantes. Además, entre cinco y siete millones de colombianos han sido forzados a refugiarse, muchos de los cuales han vivido como ‘habitantes desplazados’ dentro de su propio país”.

A su turno el presidente Juan Manuel Santos dijo: “Hace tan sólo seis años los colombianos no nos atrevíamos a imaginar el final de una guerra que habíamos padecido por medio siglo. Para la gran mayoría de nosotros, la paz parecía un sueño imposible, y era así por razones obvias, pues muy pocos –casi nadie– recordaban cómo era vivir en un país en paz.”

Durante su discurso expresó que el colombiano es “un pueblo que, a pesar de grandes penurias e innumerables abusos, nunca ha perdido la esperanza de una paz justa (…). Nuestro tributo corresponde más que todo a los representantes de las víctimas de la guerra civil.”

En su alocución recordó a la otra parte de la negociación (y del conflicto), los miembros de las FARC: “Este premio pertenece también a los hombres y mujeres que, con enorme paciencia y fortaleza, negociaron en La Habana durante todos estos años. Ellos lograron un acuerdo que hoy podemos ofrecer como modelo para la solución de los conflictos armados que subsisten en el planeta. Y me refiero tanto a los negociadores del Gobierno como a los de las FARC –mis adversarios–, que demostraron una gran voluntad de paz.”

Luego de mencionar a García Márquez, Felipe González, Isaac Rabin, finalizó su disertación con una declamación: “El sol de la paz brilla, por fin, en el cielo de Colombia. ¡Que su luz ilumine al mundo entero!”.