Es dirigente de La Bancaria y encabeza la Corriente Federal de los Trabajadores que sigue pugnando por incorporarlo en la mesa de conducción junto con el triunvirato que mañana sería ungido para conducir transitoriamente la CGT reunificada.

-¿Qué mensaje quisieron dar en Ferro de la semana pasada?

-Gran parte del movimiento obrero tiene la necesidad de expresar firmemente la oposición a las políticas del gobierno. Venimos a construir un faro de resistencia para unir al movimiento obrero para que sea el que conduzca la confrontación con el gobierno que está afectando fuertemente los intereses de los trabajadores.

-¿Si no se abre el triunvirato a la CFT se retiran?

-Estamos planteando que la CGT tenga un programa. Hemos esbozado los trazos principales. Estamos reclamando un lugar protagónico no para una persona sino para el espacio.

-¿Puede ser una conducción de cuatro?

-Puede ser. Hasta ahora se planteó una conducción demasiado chica para una unidad tan grande. No somos los únicos que estamos afuera. Es difícil pensar una CGT sin el Smata, la Unión Ferroviaria, los Bancarios, Sadop… Así no arrancaría con una unidad con la fuerza para confrontar. Por eso planteamos un programa, una mesa más amplia que tres y lugares dentro de la estructura para poder discutir ese programa en pie de igualdad.

-Por el posicionamiento de algunos de los miembros del triunvirato, la unidad de la CGT más que para confrontar parece concebida para garantizar gobernabilidad. ¿Sirve reunificar en esos términos?

-Más allá de las opiniones de los referentes, en el plenario de secretarios generales no hubo ni un dirigente que haya defendido la política de Macri. Por el contrario, todos los que hicimos uso de la palabra planteamos la necesidad de confrontar con este modelo económico, político y social. La unidad es para confrontar.

-En Ferro no planteó la necesidad del paro general…

-No lo señalé porque lo había planteado la compañera de Córdoba. Agregué la necesidad de una movilización nacional el día de la audiencia pública por el tarifazo. Planteamos un programa, una movilización y un plan de lucha con un paro nacional que, por la situación que se está viviendo, no puede pasar del mes de septiembre.

-Plantea una alianza con las pymes. Pero son responsables de gran parte de la precarización laboral. ¿Cómo sostener esa relación contradictoria?

-Hay que llegar a un acuerdo con los sectores productivos que generan empleo. Las pyme cierran porque tienen más gastos en servicios que en la planilla de sueldos. Hay que recrear esa alianza para construir un Frente Popular que confronte en la calle y electoralmente.

-Comparte espacio con sectores vinculados al gobierno anterior que enfrentó por el Impuesto a las Ganancias. Además viene del partido radical…

-No lo veo contradictorio. Nosotros acompañamos las políticas de fondo del gobierno anterior. Fuimos los primeros que lo apoyamos con un paro cuando fue la Resolución 125, apoyamos los cambios en la Corte y acompañamos con responsabilidad la discusión paritaria. Tuvimos puntos de desencuentro con ganancias. Hemos tenido momentos donde confrontamos. Eso nos da la autoridad para pararnos frente al gobierno de Macri. Tenemos siempre la misma conducta sindical.

-Planteó la necesidad de construir una alternativa para el 2017 y el 2019. ¿Con quién? El acto no se referenció explícitamente en el kirchnerismo…

–Hay muchos peronistas y radicales que no están contentos con el gobierno o las alianzas que hacen algunos legisladores y gobernadores con Macri. Todo ese espacio hay que diferenciarlo claramente y crear un gran Frente Nacional, con el peronismo, el radicalismo, el socialismo y el movimiento obrero dispuesto a pelear contra este modelo. Es una pelea de programas y modelos, si el kirchnerismo se referencia en ese programa, bienvenido sea.

-De tres miembros del triunvirato, dos son del Frente Renovador… ¿A río revuelto, ganancia de pescador?

-Se han repartido en nombre de los espacios existentes. Es una mesa muy chica. Tiene que contener otras expresiones sindicales y políticas si no va a ser una CGT débil y funcional a la estrategia del gobierno de debilitar al movimiento obrero.

-¿Quiere que a Macri le vaya mal?

-Si no cambia su política no quiero que le vaya bien porque eso implicaría que le vaya mal al pueblo.

«Nos inspira Huerta Grande»

–Plantean la necesidad de un programa inspirado en Huerta Grande, La Falda… Acuña nos dijo que creen que la unidad es reivindicativa…

–La actividad sindical no puede limitarse a lo reivindicativo. El movimiento obrero tiene que plantearse la discusión de los grandes problemas nacionales y no que la agenda la maneje el sector empresario. Es sano que discutamos en la CGT. Que haya una fracción que plantee un plan de lucha y un programa fortalece la CGT.

–Huerta Grande y La Falda planteaban temas de fondo como la nacionalización del comercio exterior y la banca… ¿Sostienen ese programa?

–Planteamos recuperar el espíritu de lucha y grandes temas que están vigentes del programa de Huerta Grande. Una reforma tributaria que le otorgue al Estado recursos suficientes y elimine gravámenes sobre el consumo. La necesidad de una reforma financiera para que el sistema productivo acceda al crédito y que haga responsable a los bancos por los depósitos, en particular, a la banca extranjera. Creemos que hay que nacionalizar las empresas de servicios públicos porque si tienen problemas con la inversión entonces que se haga cargo el Estado. Que haya precios de referencia para ordenar la economía. Recogemos muchas cosas de ese programa y lo actualizamos.