Otro campeón del mundo que se va de Rusia 2018. Esta vez fue el turno de España, que vio cómo su sueño se desvaneció en los penales ante el anfitrión después de empatar 1 a 1 en los 90 minutos y no poder dar vuelta el resultado en el alargue. Sigue Rusia y se mete en los cuartos de final sin haber hecho mucho más que defenderse bien cerca de su arco durante los 120 minutos de juego.

España lo intentó con Isco como generador de juego y con Busquets como el encargado de inciar las jugadas desde el mediocampo como sus figuras más destacadas. En el segundo tiempo, cuando entró Iniesta, fue él quien se puso al hombro cada uno de los ataques que intentó el equipo español. Pero no hubo forma, por más que haya tenido la pelota durante casi el 80 por ciento del tiempo.

En los penales fallaron Koke y Aspas. Los rusos acertaron todos. Durante el partido, España se había puesto en ventaja con un gol medio de casualidad de Ramos y había empatado Rusia de penal con una mano inocente de Piqué. Se fue uno de los que intentan jugar bien al fútbol, aunque a veces (como en este encuentro) lo logre a medias. Se queda uno de los que defienden como premisa y buscan cada tanto meter algún contraataque. Y así se va escribiendo la historia de este Mundial.