Por un lado, miles de españoles participaron en varias ciudades de marchas pidiendo «libertad» al gobierno de Pedro Sánchez así como la dimisión de todo el Ejecutivo por su gestión durante la crisis del coronavirus. Por el otro, el primer ministro, Pedro Sánchez, anunció que los turistas extranjeros podrán regresar al país a partir de julio. “Lo más duro ha pasado, lo más difícil ha quedado atrás. No debemos actuar con miedo, pero sí con prudencia. Seguimos en emergencia sanitaria”, aseguró el mandatario. Además, anunciaron que la liga de fútbol se reanudará en dos semanas…

Pero a su vez, Bélgica y la propia España son los países europeos que presentan la mayor tasa de mortalidad relacionada con la enfermedad: los belgas padecieron 79,66 decesos por cada 100 mil habitantes y los españoles están cerca, con una tasa de 61,08. Luego figura el Reino Unido, con 54,88; Italia, 53,98; Francia 42,24; Suecia, 38,57. El país que más muertos tiene en el mundo sigue siendo por lejos Estados Unidos, aunque, al estar poblado por más de 326 millones de personas, se encuentra en la novena posición, con 28 muertos por cada 100 mil habitantes.

Claro que estos valores están, en parte, condicionados por la forma que tiene cada país de contar los fallecidos, así como el número de tests de detección realizados. Los belgas, según explicó la primera ministra, Sophie Wilmès, optaron por «la mayor transparencia» e incluyen en el cómputo tanto aquellas muertes en hospitales, residencias de ancianos o domicilios. De alguna manera, blanquea que ese no es el sistema que ha imperado en el resto del continente y en otros sitios del plantea, lo que llevó, también a la Organización Mundial de la Salud a exigir nuevos conteos en muy diversos países, empezando por China, donde se generó el pandemia.

Y mientras la empresa de alquiler de vehículos Hertz, con sede en Florida, Estados Unidos, pero que opera en todo el mundo en el rubro desde hace 102 años, solicitó la quiebra por su incapacidad financiera para resistir los embates del coronavirus, la apertura continúa en distintos países de Europa esperando la llegada del verano. Después de Grecia y Francia, que ya habían anunciado que permitirían el ingreso a las playas del Mediterráneo, el gobierno italiano autorizó a sus ciudadanos este sábado a acudir a las del mar Adriático, pero solamente para pasear o bañarse, sin poder tomar sol en la arena. Chipre también abrió sus playas, con límites de distancia entre los bañistas.

La contracara es el Reino Unido. Después  de las críticas que debió soportar Boris Johnson al principio de la crisis y luego el contagio que puso en riesgo su vida, el suyo sigue siendo el segundo país con más muertos del mundo, con casi más de 36 mil fallecidos. Y como si fuera poco, un nuevo escándalo: su asesor más íntimo, Dominic Cummings, de 48 años, está acusado de haber roto el confinamiento y, a pesar de que tenía síntomas de Covid-19, haber viajado más de 400 kilómetros desde su domicilio en Londres para visitar a sus padre en Durham. La oposición, ahora, presiona al primer ministro británico para que lo despida.

EN EUROPA

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Millones de contagiados ya hubo en su territorio, de los 5,4 millones que se cuentan en el mundo. Los muertos sobrepasan los 173 mil en el continente, son unos 340 mil en el planeta.