“Sobre llovido, mojado”, dice un viejo refrán español perfectamente aplicable al momento que vive ese país. Mientras aún persisten las consecuencias de las fuertes tormentas que azotaron el sur de la península y dejaron un saldo de siete muertos, los ciudadanos tienen que digerir este nuevo llamado a las urnas ante la falta de acuerdos para un gobierno de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos, lo que habría dejaron un gobierno de izquierda inédito desde la Segunda República. En este contexto político, Facebook y Twitter clausuraron 359 cuentas falsas que llenaron las redes hispanas de noticias falsas y que son atribuidas directamente al Partido Popular. Un escándalo que data del comicio del 28 de abril pasado pero que parece no haberle dado mucho resultado a Pablo Casado, el líder de esa fuerza conservadora, que apenas obtuvo 66 escaños, 71 menos que la última contienda, dos años antes.

El gobierno de Pedro Sánchez –que el martes confirmó el llamado a elecciones para el 10 de noviembre- aprobó un paquete de 774 millones de euros para paliar los daños causados por las inundaciones producidas por el fenómeno conocido como “gota fría” o DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) que asoló especialmente la Comunidad Valenciana, la Región de Murcia, Castilla-La Mancha, Madrid y Andalucía.

Para los especialistas, no se trató de un cataclismo climático, sino que las consecuencias de mala praxis en la gestión urbanística. En pocas palabras, la especulación inmobiliaria sin controles ambientales de las autoridades locales. «Estimamos que, en todo el país, hay del orden de 50 mil construcciones sobre cauces y zonas de riesgo, y la mayoría son viviendas», dijo Santiago Barajas, de la ONG Ecologistas en Acción, consultado por eldiario.es.

A nivel político, mientras tanto, Sánchez tuvo que llamar a elecciones porque el rey no encargó a nadie formar gobierno, en vista de que entre los partidos políticos que desfilaron por el Palacio de la Zarzuela se mostró dispuesto a un acuerdo de gobierno. Desde abril PSOE y UP negociaban la posibilidad de una coalición pero aunque lo hubiesen logrado, se necesitaba el apoyo de los partidos nacionalistas de Cataluña y el país vasco. Sánchez apuesta a lograr una mayoría electoral que le permita prescindir de aliados incómodos.

En Unidas Podemos, en tanto, la crisis interna que llevó a la pérdida de votos hace cinco meses, amenaza con nuevas caídas. Pablo Iglesias sigue enfrentado con Iñaki Errejón, al punto de que este podría terminar apoyando al PSOE.