Mientras el socialista Pedro Sánchez tiene todas las energías inmersas en intentar ser investido presidente del Gobierno, 19 ex dirigentes de su partido en Andalucía fueron condenados en uno de los mayores escándalos de corrupción de la España moderna, lo que frena, o al menos incomoda, las expectativas del político más votado en las últimas elecciones.

La Audiencia Provincial de Sevilla falló en un macroescándalo originado en el reparto en negro y clientelista de cientos de millones de euros de ayudas públicas, procedentes de un fondo para desempleados y empresas en crisis.

Las condenas recayeron sobre 19 ex altos cargos socialistas del gobierno regional de Andalucía, en manos del PSOE durante 36 años ininterrumpidos, hasta enero pasado, con penas de hasta seis años de cárcel y 15 de inhabilitación para ejercer cargos públicos.

La sentencia, apelable ante el Tribunal Supremo, cae en mal momento para Pedro Sánchez, ganador de las legislativas del 10 de noviembre, pero con tres escaños menos de los obtenidos en los anteriores comicios, en abril. PSOE y Podemos están negociando para sacar adelante, a ser posible en diciembre, la investidura como presidente del gobierno del socialista Pedro Sánchez.

Dos días después de los últimos comicios, Sánchez cerró con el líder de Podemos, Pablo Iglesias, un acuerdo para un gobierno de coalición.

Pero juntos no les llegan los apoyos, por lo que a priori todo dependerá de los independentistas catalanes de Esquerra Republicana (ERC), que siguen defendiendo la secesión de Cataluña, un postulado inasumible para los socialistas.

Un panorama criticado por el presidente del Círculo de Empresarios, John de Zulueta, quien dijo preferir que España celebre en abrilunas nuevas legislativas, que serían las terceras en un año.