Se conoció el lunes una nueva declaración pública del Fondo Monetario Internacional mediante la cual, el organismo liderado por Kristalina Georgieva, manifiesta nuevamente su apoyo a la nueva propuesta que el gobierno extendió hasta el próximo 12 de junio.

Más allá del impacto que a nivel político o simbólico pueda tener un nuevo pronunciamiento del organismo, lo cierto es que, según especialistas del mercado de valores, la declaración no impactó en los movimientos bursátiles ni moverá el amperímetro a la hora de acercar posiciones entre el gobierno y los tenedores de bonos soberanos.

Es que, coincidieron, por un lado el organismo ya se había manifestado en un sentido similar alrededor de la propuesta inicial que era menos generosa con los tenedores de bonos y, por el otro, la opinión del FMI no resulta desinteresada puesto que, al tratarse también de un organismo acreedor, toda quita que sufran los bonistas generará mejores condiciones para que el país cumpla con sus compromisos con el propio Fondo.

El analista financiero Christian Buteler señaló a Tiempo que “el FMI desde el primer día mostró su apoyo. Primero y principal porque es parte”. Esa situación, explicó, hace que “cuánto más le pueda recortar a los inversores privados, más va a tener para poder negociar su propia deuda y menos va a sufrir para cobrar”.

Ramiro Castiñeira economista jefe de la consultora Econométrica coincidió en que “no pesa la declaración del FMI en este tema. Dan su opinión pero esto es una negociación entre el acreedor y el deudor. Podrán opinar e intentar incidir en el resultado y obviamente se lo escucha pero la determinación no depende del FMI”.

Buteler, tajante, señaló que “no tomo muy en cuenta lo que puedan decir. Es como cuando te apoya también alguien al cual vos no le debes y nunca le debiste, es medio ‘de pico’. El FMI quiere cobrar su acreencia”.

En esa línea Castiñeira puntualizó que “el FMI terminó siendo el principal acreedor de Argentina”. Por eso, coincidió, “tiene interés porque mientras menos pongan para los privados más posibilidad de cobrar tienen ellos como acreedores privilegiados y sin quita. Los acreedores saben muy bien eso y por eso desestiman la opinión del organismo”.

Lo cierto, para Castiñeira, es que “los tres principales fondos rechazaron categóricamente la primera oferta que fueron más o menos 40 dólares cada cien adeudados y llevaron una contraoferta pidiendo 60 dólares. Luego el gobierno hizo una nueva oferta por 50 dólares. La distancia ya se achicó bastante pero los acreedores dijeron que igual no se mueven de 60”.

Para el especialista, de todas formas, “por más que acuerden estos tres fondos el tema no está necesariamente cerrado porque no tienen todos los bonos”. Sin embargo, explicó que, los principales tenedores “van a incidir porque los que tengan bonos irán detrás de ellos porque son lo que tienen posibilidad de hacer juicio. Son ellos los que influyen categóricamente en la negociación final. Lo del FMI es una opinión”.

Buteler, por su parte, señaló que «las contra ofertas en sí mismas son una muestra de avances porque se van acercando posiciones aunque no se ve que vaya a cerrar prontamente».

Sin embargo, para el especialista, en rigor, la posición del FMI podría ser perniciosa: “el FMI apoyó en todo momento, lo raro es que esta vez metió una oración ambigua. Dijo algo así como ‘que queda poco por ceder’ dando a entender que no está cerrado y que el gobierno puede seguir cediendo. Eso incluso puede ser contraproducente”.

Con todo, la ‘opinión’ más tajante con relación a la influencia de la declaración del FMI se verifica en los números.

Castiñeira explicó que “el mercado sin dudas verificó esa situación. No hubo movimientos”.

Para Buteler “el mercado hace tres semanas está muy jugado a que el arreglo sale. Pero el arreglo no sale. No se cuánto tiempo más se va a poder sostener esa situación. Se volvió a postergar diez días más y el mercado volvió a celebrarlo a través de los precios”.

El especialista alertó que “eso está bien pero es un arma de doble filo. Si no termina saliendo o si surge otra imagen en otro momento, toda esta suba va a jugar en contra».