Los consumidores podrán comprar combustible con la tarjeta de crédito, al menos hasta febrero próximo. Es que sobre el final del año 2017, y cuando iba a entrar en vigor la suspensión de este medio de pago en las estaciones de servicio, las cámaras empresarias que las agrupan aceptaron una propuesta del secretario de Comercio, Miguel Braun, en el sentido de armar una reunión con las emisoras de las tarjetas.

La reunión se concretaría a principios de febrero, según informó el portal especializado Surtidores, el que consignó que “los estacioneros dejaron sin efecto la medida ante la promesa del funcionario de generar una reunión con las entidades bancarias y emisoras de tarjetas para los primeros días de febrero, porque entendieron que puede ser posible que en un encuentro de ambas partes con presencia del Estado como mediador, se alcance un entendimiento que permita equilibrar el cuestionamiento con alguna probable solución.”

Según Carlos Gold, presidente de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (CECHA), el cobro con tarjeta de crédito y débito acarrea un alto costo para las estaciones de servicio “ya sea por el arancel y los plazos de acreditaciones, como así también las altas retenciones que en cada liquidación se aplica”.

Desde CECHA expresaron que ante la alternativa brindada por Braun de tomar definitivamente cartas en el asunto, “surgió el compromiso de que las expendedoras de cada región procedan a suspender transitoriamente la medida que disponía la restricción al cobro con tarjetas de crédito a partir del 1 de enero y esperar los resultados de la reunión pactada para los primeros días de febrero”.

En la entidad subrayaron que la del expendio de combustibles es “una actividad de alta rotación y baja rentabilidad”, con una rentabilidad del 2%, que es penalizada por las comisiones que cobran los bancos y las emisoras de tarjetas. Así, las ventas con plásticos sólo dejan un margen del o,5% al estacionero, aseguraron.

Mientras tanto, el mismo problema se presenta en Uruguay, donde los estacioneros de Punta del Este (en realidad, de todo el departamento Maldonado), suspendieron la venta de combustibles con tarjeta desde la hora 0 de este miércoles 3 de enero. La causa es la misma que aducen los expendedores argentinos: los altos costos de las comisiones.