En una clara intromisión de soberanía, la Embajada de Estados Unidos en Buenos Aires pidió este viernes al gobierno argentino que apoye «la democracia en Bolivia» (sic) y que Evo Morales «no abuse de su estatus» de refugiado que le otorgó la administración de Alberto Fernández.

Voceros de la delegación estadounidense confiaron a medios de prensa internacionales que pretendían «un comportamiento de buen vecino» por parte del gobierno argentino, y mostraron así su malestar con un acto que el domingo encabezará Morales en Buenos Aires con referentes de su partido, el Movimiento al Socialismo (MAS) en el B.A.U.E.N..

El canciller argentino, Felipe Solá, recibió a una delegación de la embajada estadounidense porque la sede diplomática solicitó una reunión. Voceros de la Cancillería consultados aseguraron que el gobierno argentino no contestará la declaración emitida por la Embajada de Estados Unidos, y confirmaron que Evo Morales continuará con sus actividades políticas en el país.

El mandatario derrocado por el golpe de Estado el pasado 10 de noviembre confirmó que el domingo liderará en Buenos Aires una reunión con dirigentes de su partido, Movimiento al Socialismo.

Esa reunión marcará el inicio de un proceso para elegir el candidato presidencial que representará al MAS en unos comicios que aún no tienen una fecha definida por el gobierno de facto que encabeza Jeanine Áñez.