Donald Trump, presidente de Estados Unidos, inició el viernes por la noche una serie de ataques militares contra Siria. El gobierno norteamericano adujo que las acciones bélicas de precisión contra el gobierno sirio se produjeron en respuesta al supuesto ataque químico en la ciudad de Douma de hace una semana. Las principales potencias occidentales responsabilizan por esa acción al presidente Bashar al Assad. Por otro lado, ya este sábado, el director el Estado Mayor, Joseph Dunford, en conferencia de prensa, dio por concluido el ataque militar que comenzó a las 21 hs.

El ataque se produjo en alianza con Francia y el Reino Unido. Pasada la medianoche argentina desde Damasco, capital de Siria, la BBC informó sobre explosiones en las cercanías de dicha ciudad. Trump aseguró por televisión que ordenó «ataques de precisión» contra objetivos de ese país asociados con el programa de armas químicas: “Hace poco tiempo, ordené a las Fuerzas Armadas de Estados Unidos que lanzaran ataques de precisión contra objetivos relacionados con las capacidades de armas químicas del dictador sirio Bashar al Assad”.

El presidente estadounidense aseguró que busca “establecer un fuerte elemento de disuasión contra la producción, propagación y uso de armas químicas”, por ser vital para la seguridad nacional para Estados Unidos. Los ataques evitaron tocar objetivos y tropas rusas para no ahondar los ecos del conflicto. Sin embargo, el norteamericano también advirtió a Rusia e Irán, aliados del gobierno sirio: «¿Qué tipo de naciones quieren ser asociadas con el asesinato masivo de hombres, mujeres y niños inocentes?», preguntó Trump. Y en ese sentido, afirmó que Rusia «debe decidir si continuará en este camino oscuro o se unirá a las naciones civilizadas como una fuerza de estabilidad y paz».

Respecto del ataque con armas químicas, pocas horas antes del ataque, el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, había afirmado que tenía “pruebas irrefutables” era un montaje de agentes extranjeros. Y un día antes el embajador ante Naciones Unidas, Vasili Nebenzia, subió la apuesta al afirmar que no descartaba la posibilidad de un conflicto armado entre su país y Estados Unidos, si Washington agredía militarmente a Siria. Luego del ataque fuentes rusas afirmaron haber derribado 73 de los cien misiles que habría lanzado Estados Unidos.

La posición de Francia ya había quedado clara el jueves cuando el presidente Emmanuel Macron aseguró que tenía pruebas de que el gobierno sirio era el responsable directo del ataque a Douma, cerca de Damasco: “Tenemos pruebas de que la semana pasada (…) se usaron armas químicas, al menos con cloro, y que fueron utilizadas por el régimen de Bashar al Assad”, afirmó el premier francés.

Por su parte, la primera ministra británica, Theresa May, afirmó que no había “alternativa practicable” al uso de la fuerza cuando anunció que su país se soldó posición con Francia y Estados Unidos en los ataques: “Esta noche he autorizado a las Fuerzas Armadas británicas a llevar a cabo bombardeos coordinados y dirigidos para degradar las capacidades de armas químicas del régimen e impedir su uso», informaron en un comunicado. El antecedente inmediato que, en principio, llevó al gobierno de May a sumarse a la coalición de tres países fue el asesinato de un espía ruso en territorio británico poco antes de las elecciones rusas y por el que el gobierno inglés culpó a Rusia.

La posición de Siria en esta polémica fue negar haber utilizado armas químicas y altas fuentes del gobierno de Al Assad afirmaron que las acusaciones de Estados Unidos y sus aliados constituyen «un descarado intento de obstaculizar el avance de las tropas regulares en esa área”. Luego del ataque desde la cuenta oficial del gobierno sirio en Twitter, se aseguró que «las almas de Dios no serán humilladas».

Además el presidente Al Assad afirmó que «los ataques liderados por Estados Unidos no disuadirán a Siria” y que «la agresión solo aumentará la determinación de Siria y del pueblo sirio para seguir luchando y pulverizando al terrorismo en cada rincón del país», dijo Al Assad, citado por la agencia Sana.