La jueza de instrucción Wilma López sobreseyó por inimputable, por segunda vez, a Mariano Alejandro Bonetto, el hombre que el 11 de octubre de 2016, en La Boca, mató a puñaladas a Natalia Grebenshikova y a Nuria Couto, quienes murieron tiempo después.

El primer sobreseimiento de Bonetto había sido el 14 de diciembre pasado, dictado por la misma magistrada, quien recomendó que el acusado permaneciera durante 25 años en el Programa Interministerial de Salud Mental Argentino del Complejo Penitenciario Federal Nº1 de Ezeiza, “como medida de seguridad”.

En aquella oportunidad, la madre de Natalia, una de las chicas asesinadas, consideró que el fallo era insultante porque la jueza había dictaminado su inimputabilidad sin escuchar a los testigos y luego de la realización de pericias médicas y psiquiátricas irregulares basadas en una frase de Bonetto en la que aseguraba haber tenido un brote psicótico.

“Esto es indignante y repudiable”, dijo a Tiempo Ana Rodionova, la mamá de Natalia, y agregó: “Una vez más, la jueza se basó exclusivamente en el dictamen de la junta médica forense, basado en una pericia vieja e irregular y sin permitirnos realizar nuevas pericias psicológica y psiquiátrica con nuevos peritos”. Además, Rodionova denunció que la jueza “no tomó en cuenta los testimonios de muchísima gente que aseguró que Bonetto es un tipo completamente normal”.

“Tengo mucha bronca e impotencia – continuó Ana –, porque da la sensación de que a esta jueza no le importa nada. Creo que fue un error no haberla recusado, porque siguió su línea de la manera más burlona, en el marco de una investigación fingida durante seis meses de farsa cínica”.

Si bien sospechaba de lo que pudiera fallar Wilma López, Ana no se imaginaba que sería de esta manera. Creyó que el caso se elevaría a juicio. Al respecto, Ana consideró que la magistrada “copio y pegó el fallo viejo, porque está exactamente igual”, y lo justificó al afirmar que “se está basando en la única pericia que se hizo, con irregularidades, en octubre de 2016 y no corrigió nada”.

Deprimida y con mucho dolor, Ana confiesa que ya no sabe qué pensar, aunque afirma: “Voy a seguir con esto hasta lo último”. En ese sentido, la defensa de Ana presentó una nueva apelación al segundo fallo, que fue aceptada y elevada a la Cámara del Crimen en donde el próximo miércoles 19 de julio, a las 9 de la mañana, en Viamonte entre Libertad y Cerrito, habrá una audiencia y una movilización convocada por esta madre que pide justicia para su hija.

“La muerte de estas dos jóvenes no tiene que quedar impune, como tantas otras muertes. Imploro a la gente del país que nos albergó a que nos acompañe para reclamar justicia”, finalizó Ana.