Al día siguiente de haber sufrido un golpe de Estado que lo obligó a renunciar a la presidencia de Bolivia, Evo Morales agradeció el apoyo internacional y cargó contra los líderes golpistas Carlos Meza y Fernando Camacho, a quienes acusó de “discriminadores y conspiradores” y les reclamó que “garanticen la estabilidad política y convivencia pacífica” en Bolivia.

Evo se refirió nuevamente a lo ocurrido en Bolivia a través de sus redes sociales luego de denunciar que era perseguido por la policía y que su domicilio había sido asaltado de manera violenta.

“Mesa y Camacho, discriminadores y conspiradores, pasarán a la historia como racistas y golpistas. Que asuman su responsabilidad de pacificar al país y garanticen la estabilidad política y convivencia pacífica de nuestro pueblo.  El mundo y bolivianos patriotas repudian el golpe”, manifestó a través de su cuenta de twitter @evoespueblo.

Por otro lado, dijo estar “muy agradecido con la solidaridad del pueblo, herman@s de Bolivia y el mundo que se comunican con recomendaciones, sugerencias y expresiones de reconocimiento que nos dan aliento, fortaleza y energía”. “Me emocionaron hasta hacerme llorar. Nunca me abandonaron; nunca los abandonaré”, agregó. 

«Los golpistas que asaltaron mi casa y la de mi hermana, incendiaron domicilios, amenazaron de muerte a ministros y sus hijos y vejaron a una alcaldesa, ahora mienten y tratan de culparnos del caos y la violencia que ellos han provocado. Bolivia y el mundo son testigos del golpe», concluyó.