El expreso sirio de la prisión estadounidense de Guantánamo Jihad Diyab, refugiado en Uruguay desde 2014, depuso su huelga de hambre iniciada hace más de dos meses y abandonará el país con destino no anunciado, dijo grupo Vigilia por Diyab.

En una nota divulgada este sábado por el grupo, se afirma que «con su salud ya muy afectada, (Diyab) recibió una propuesta para lograr viajar a otro país», aunque sin precisar cuál.

«A los 68 días de huelga de hambre, la lucha de Jihad Diyab por su derecho a reunificación familiar y reasentamiento ha logrado una solución intermedia» y por ello «ha suspendido su huelga de hambre» para iniciar un plan de alimentación controlado, señaló el grupo Vigilia por Diyab.

«El viernes 21 de octubre, ante el silencio criminal e indiferencia de los gobiernos de Uruguay y EEUU, la solidaridad se hace presente. La solución que no brindan las autoridades ha surgido desde sectores de nuestra sociedad y del apoyo internacional», expresó.

Los activistas uruguayos acotaron que «si bien no soluciona totalmente su situación familiar, es un gran paso».

La semana pasada Diyab había decidido aliviar su huelga de hambre, aceptando ingerir líquidos, luego que la Comisión de Refugiados uruguaya aceptara su solicitud de enviar a cuatro países -Líbano, Turquía, Catar y Venezuela- documentos para aclarar su situación que le permitieran reunificarse con su familia en alguno de ellos.

El sirio había iniciado la huelga seca -sin ingesta de líquidos- el 3 de octubre, luego la interrumpió el día 10 al ser hidratado por personal médico mientras estaba inconsciente y la retomó al día siguiente.

Diyab, quien llegó a Uruguay a fines de 2014 en un grupo de seis exdetenidos de la prisión norteamericana, inició en julio pasado la huelga de hambre exigiendo ser trasladado a otro país, de preferencia musulmán, alegando diferencias culturales, religiosas y que no podía mantener aquí a su familia, actualmente en Turquía.

Su relación con el gobierno de Tabaré Vázquez se tensó luego de que dejó el país y se presentó ante el consulado de Uruguay en Venezuela, tras lo cual quedó detenido en Caracas y casi un mes después fue deportado a Montevideo, el 30 de agosto.