Con el objetivo de brindar atención y cuidado a los más pequeños, la organización social “Los Amigos” construyó un jardín maternal en San Martín. Esta obra, que fue inaugurada este lunes, surge de las reflexiones de un grupo de ex detenidos.

Mario Cruz, es uno de ellos y estuvo diez de sus 34 años privado de su libertad. Entre rejas comprendió el funcionamiento punitivo de las cárceles que se hace carne en el cuerpo de las personas. Por eso junto a un colectivo de hombres y mujeres puso un merendero para los niños del barrio Sarmiento, que funciona hace dos años.

La organización social “Los Amigos” es el proyecto de un grupo de presos que estudian sociología en la sede que la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) instaló en la Unidad N° 48, ubicada sobre los basurales de José León Suárez.

“El ‘Jardín Maternal la Montaña’ se pudo construir gracias al dialogo entre las mujeres y hombres que viven acá, creemos que podemos avanzar con la urbanización del barrio en términos generales. Lleva este nombre porque fue construido donde había una montaña de basura, junto a las madres y el resto de los vecinos limpiamos todo para empezar con la obra para los chicos del barrio”, cuenta Mario, futuro sociólogo, a Tiempo.

Una vez en libertad, decidieron poner en acción aquellas reflexiones nacidas intramuros y dar batalla a la injusticia social que aqueja a los pobres cautivos y a los que están en los barrios. A menudo se reúnen con el arco de organizaciones del área Reconquista, para poner sobre la mesa las principales necesidades de los vecinos.

“Para producir un cambio debemos empezar a mirar y analizar la cárcel desde otro enfoque, profundizando en las políticas de seguridad, trabajo y educación. Hay que poner la mira en la integración de las presas y presos en la sociedad. Es muy importante que reciban un tratamiento que continué cuando estén en libertad, para que no vuelvan”, enfatiza Mario.

Una de las tantas tareas que realizan “Los Amigos”, es enseñar a los más pequeños que la cárcel es una trampa, que solo los pobres son quienes transitan el encierro. Les muestran un horizonte lleno de posibilidades para triunfar en el mundo social, les explican cómo jugar el juego, y para ello les brindan talleres de capacitación y apoyo escolar, les dan las herramientas para que se sumen a la lucha que a diario llevan adelante.

El trabajo de la organización empezó el 24 de abril de 2012, cuando un grupo de presos de las cárceles de Suárez les regalaron una casilla, mesas y bancos que ellos mismos fabricaron: lo hicieron porque comprenden el propósito. Así fue como comenzaron a brindar una copa de leche a los niños.

Aún con un camino con obstáculos, “Los Amigos” perseveraron en el tiempo, pudieron construir un local con una plaza y el jardín maternal que es el corazón del barrio. En los terrenos que los ex detenidos construyeron funcionaba el basural del barrio Sarmiento.

“Cuando recibimos la solidaridad de los compañeros que aun estaban detenidos, fue muy significativo para nosotros, porque nos dimos cuenta que comparten el objetivo, y esto es fundacional. Es por todo esto que quiero demostrar que el funcionamiento punitivo e impune que lleva adelante la prisión”, explica Mario.

Las acciones colectivas de los ex detenidos están generando un movimiento social ascendente. Ayudan a los que aun están presos a salir, cuando lo hacen se suman a trabajar para lograr el objetivo que comparten en común.

El jardín maternal resulta de vital importancia para las mujeres viven en Sarmiento, porque pueden dejar a sus niños bajo un buen cuidado, realizar tareas laborales y tramites que antes no podían. Ahora son los vecinos son quienes expresan sus necesidades y las problemáticas del barrio mediante el dialogo con las autoridades políticas, porque están unidos, organizados y tienen su propia agenda.