Las medidas compulsivas e inconsultas en materia de educación que lleva a cabo el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta, como la creación de la Unicaba o el cierre de 14 colegios nocturnos y nueve liceos, tuvo un primer traspié.

La escuela con orientación artística en cerámica de Bulnes y Rivadavia consiguió el aval del juez de primera instancia Francisco Ferrer, quien suspendió la mudanza del barrio de Almagro a Mataderos en virtud de proteger “un derecho de incidencia colectiva”. La cuestionada ministra de Educación Soledad Acuña había determinado el traslado en lugar de la ampliación que venía reclamando la comunidad educativa.

La Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) había presentado un recurso de amparo para evitar esa medida que afectaba principalmente a los estudiantes, que en un 80% viven en el mismo barrio y además ponía en riesgo la continuidad laboral de los docentes que allí se desempeñan. En ese sentido, el fallo dictamina “que en el presente caso existiría una afectación a derechos fundamentales, tales como el de la educación y el de trabajar”

El viernes a la mañana la comunidad educativa, junto a los gremios UTE y ADEMyS habían realizado un abrazo a la escuela. UTE emitió un comunicado en el que explica la situación y celebra el fallo judicial: “La comunidad educativa de la Escuela de Cerámica viene reclamando la ampliación de su edificio mediante la compra del inmueble lindero que tiene proyecto de expropiación. En lugar de ello el gobierno porteño decidió unilateralmente trasladar parte de la institución a siete kilómetros de distancia, poniendo en riesgo la continuidad de la cursada de sus estudiantes y la estabilidad laboral de sus docentes. Por eso el fallo en primera instancia fue celebrado por familias, estudiantes y docentes y referentes de UTE y ADEMyS”.