Música, poesía y relatos.  Ese es el combo elegido por Fernando Noy, Annabella Casales y Belén Pérez Muñiz para recordar al gran Vinicius de Moraes. Los tres recorrerán lo mejor del repertorio y anecdotario del artista brasileño este jueves en Bebop.

Sobre la génesis de este proyecto, Noy cuenta que se dio por una cuestión casi fortuita y poco planificada: «Me ofrecieron una fecha justo cuando estábamos con Annabella Casales preparando un homenaje a  Vinicius en su programa de Radio Monk, que se dedica enteramente a la música de Brasil. Hace más de 20 años que ella trabaja con músicas del Brasil. Su programa se ocupa de dar una gran difusión de actividades brasileñas que suceden por estos lares. Como yo viví 12 años en Brasil, siempre hablamos de lo que pasé en esa época mágica del tropicalismo en Bahía. Entonces ella sabía que yo tenía esa sintonía mágica y la verdad es que nos gustó tanto lo que salió al aire que lo armamos para hacerlo ahora en un escenario», cuenta el poeta.

Noy recuerda cuando iba a irse a Francia exiliado pero fue a verlo a «ese patriarca que hacia ruido con sus hielitos en su vaso de whisky en escena y quedé estupefacto. Fue la primera vez que lo vi. Estaba solo, con Toquinho, pero sin cantante femenina. Él hacia doblete, una función solo y otra con una cantante. Fue en el desaparecido teatro Embassy donde había visto también a Chabuca Granda o el unipersonal de María Elena Walsh. Fue tan fuerte lo que me causó Vinicius que me fui a Brasil».

El poeta terminó en Bahía, cuna de grandes nombres de la música como Caetano Veloso, Gilberto Gil y Gal Costa, entre muchísimos otros. Esa misma tierra dio a luz a Maria Creuza, que salto a la fama acompañando a Vinicius. «Todos grandes artistas y gente maravillosa. Vinicius encabezó una era dorada e irrepetible», recuerda el poeta argentino.

De Moraes tocaba mucho en el Café La Fusa, aquí en Buenos Aires, y la hija del dueño de aquel recinto es Belén Pérez Muñiz, quien también es la encargada de poner las canciones en este espectáculo: «Es algo mágico porque ella se crio con él, es su ahijada y siente lo mismo que quizá otros que lo tratamos alguna vez. Su talento era tan grande como su humanidad y calidez. Yo fui amigo de una de sus nueve mujeres, Jessy. Incluso he ido a visitarlos a su casa en alguna oportunidad. Todos los que alguna vez leímos, escuchamos o conocimos al poeta carioca sentimos nostalgia de él. Era un ser extraordinario. Alegre, divertido, y ya sea en Brasil, en la Argentina, como en Uruguay, donde también vivió y trabajó, siempre estaba abriéndonos su alma. Por eso todos le debemos algo», reconoce Noy, quien fue el encargado de seleccionar los poemas para este espectáculo, mientras que el guión estuvo a cargo de Annnabella Casales y las ocho canciones fueron seleccionadas por Pérez Muñiz.

«La premisa es devolver un poco de lo tanto que nos dio. Eso es lo que queremos. Mágicamente nos hizo mucho bien. La sabiduría y el tesoro heredado de su talento es algo digno de ver porque es un artista sin tiempo, eterno. Es vigente, siempre, extrapola las modas o los momentos de la industria, porque es un poeta que va directo al corazón, tiene una humildad fabulosa dentro de sus letras. Por eso pudo marcar un tiempo, trabajando con otros grandes como Tom Jobim, por nombrar uno. Su traducción de lo bello al idioma popular lo hace eterno», señala Noy

Para él, la magia de la poesía y la música de Vinicius son inseparables y son hipnóticas para sus seguidores: «Este tipo de juglares calan hondo porque es lo que la gente necesita para combatir momentos feroces como los que atraviesa la humanidad en la actualidad. Artistas de esta sensibilidad son como oasis en el desierto». «

SAUDADES DE VINICIUS

Fernando Noy, Annabella Casales y Belén Pérez Muñiz homenajean a Vinicius de Moraes. Jueves 19 a las 21 en Bebop Club, Moreno 364.