Dos propuestas de resolución, presentadas por Francia y Rusia, respectivamente, para alcanzar un alto el fuego en Siria fueron vetadas hoy por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, alejando una vez más la posibilidad de encontrar una salida al prolongado conflicto sirio.

En una primera instancia, Rusia rechazó hoy una propuesta -patrocinada por Francia- de resolución, que pese a contar con la aprobación de 11 de los 15 miembros del Consejo de Seguridad, fue vetada por el representante ruso (que tiene derecho a veto) y Venezuela. Mientras que China, que también tiene poder de veto, y Angola optaron por la abstención.

El texto, el quinto que veta Rusia sobre la situación en Siria, proponía un alto el fuego «inmediato» en Siria y «el final de todos los bombardeos aéreos» en la ciudad de Alepo.

Esta última exigencia sobre el cese de los bombardeos fue el principal motivo por el que Rusia decidió votar en contra, según afirmó su embajador en la ONU, Vitaly Churkin.

Tras la primera votación, los representantes de los miembros del Consejo defendieron sus posiciones, antes de proceder a votar la segunda propuesta de resolución impulsada por Rusia.

El texto ruso, que previsiblemente tampoco saldrá adelante en la votación, también pidió el cese inmediato de las hostilidades pero no menciona el fin de los bombardeos sobre Alepo.

La resolución impulsada por Rusia también llamaba a la separación de los grupos de oposición moderada del grupo Frente Fateh al Sham (ex Frente al Nusra, considerado terrorista por la ONU y exigió que ninguna de las partes involucradas en el conflicto sirio apoye a grupos extremistas, incluyendo al Estado Islámico (EI).

Como era de prever tras el veto ruso, la resolución impulsada por Rusia también fue rechazada -aunque sin necesidad de que ninguna de las potencias con derecho a veto debiera ejercerlo-.
La iniciativa rusa obtuvo cuatro votos a favor, nueve en contra (incluidos Estados Unidos, Francia y Reino Unido) y dos abstenciones.

Para que una resolución sea aprobada por el máximo órgano de decisiones de la ONU necesita un mínimo de nueve votos a favor y que ninguno de los cinco países con poder de veto (Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Reino Unido) ejerza su derecho.

Antes de la primera votación, Francia junto a España defendieron su propuesta de resolución para evitar una «catástrofe humanitaria» en Alepo y «aislar» a los «grupos terroristas» en ese país.

El canciller francés, Jean-Marc Ayrault, dijo que no apoyar esta propuesta supondría en la práctica «hacerle un regalo insensato a los terroristas» en Siria.

«Está en juego el destino de Alepo y, sobre todo, la esperanza de acabar una guerra de consecuencias catastróficas que nos ponen en riesgo a todos», remarcó Ayrault.

El canciller galo acusó al gobierno del presidente Bashar al Assad y a sus socios, incluido Rusia, de no estar combatiendo el extremismo en Siria sino «avivándolo», según consignó la agencia de noticias EFE.

Por su parte, el embajador español ante la ONU, Ramón Oyarzun, afirmó que la comunidad internacional no puede volver la espalda ante la situación «desesperada» que se está viviendo en ese país.

Entretanto, sobre el terreno las fuerzas sirias recuperaron hoy el control de Al Uiya, en el norte de Alepo, donde desde hace 20 días se está llevando a cabo una gran ofensiva para desplazar a los rebeldes que controlan la ciudad desde 2012, informaron la agencia estatal siria Sana y el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

La agencia siria Sana informó que el Ejército tomó la zona de Al Uiya y que los combates provocaron «grandes pérdidas en las filas de lo terroristas».

Por su parte, el OSDH, cuya sede está en Londres pero cuenta con una red de informantes en el terreno, informó que se produjeron bajas en ambos bandos y que también hay combates en otras partes de la ciudad. donde las fuerzas sirias han avanzado.

Hace pocos días, las fuerzas de Bashar al Assad avanzaron en el extrarradio norte de los barrios del este de Alepo y tomaran el control del edificio de la compañía de agua y de varias fábricas en esta área.

Al menos 497 civiles murieron en la ciudad de Alepo y en sus alrededores desde el final de la tregua en Siria el pasado 19 de septiembre, según el recuento publicado hoy por el OSDH, que precisó que entre las víctimas hay 90 menores de edad y que más de 1.200 civiles resultaron heridos en el mismo periodo.