Estas noticias parecían apagadas en los últimos tiempos pero recrudecieron en las últimas horas. Por un lado, se supo que el Estado francés deportó por la fuerza a niños migrantes a través de la frontera con Italia, sin entregarlos a los servicios de protección infantil como está obligado, ya que carecen de compañía. Sin considerar siquiera que esta acción haya sido realizada en plena proliferación de casos de Covid-19, se trata de flagrantes violaciones de las leyes nacionales e internacionales, según asegura Human Rights Watch (HRW). La organización internacional especificó que funcionarios de Menton (ciudad francesa a 30 kilómetros al este de Niza, muy cercana a la italiana de Ventimiglia) registraron de manera fraudulenta los datos de edad y nacimiento de menores no acompañados en documentos oficiales, para “convertirlos” en adultos y devolverlos a Italia sin informarles sobre su derecho a solicitar asilo. Advierte HRW que es una práctica que se replicó en los últimos meses.

Incluso, estas acusaciones se producen poco después de que ONG francesas presentaran un reclamo ante el Comité de los Derechos del Niño de la ONU para que investigue al Estado francés por violar los derechos de los menores no acompañados. Grupos de ayuda humanitaria que trabajan en el lado italiano aseguran que en los últimos meses se registró un promedio de 30 casos.

Cuando esta información tomó estado público, las denuncias llovieron desde España. Incluso fue divulgado por el diario francés Le Figaro. Con la misma excusa de la necesidad de dar “respuesta a la amenaza terrorista”, desde diciembre, enviaron por la frontera de Canarias o en los Pirineos (límite con Cataluña) a 15.757 inmigrantes en situación irregular, más de 3000 al mes.

España y Francia forman parte del «espacio Schengen», que diluye la frontera entre ambos países, pero desde los ataques terroristas de 2015, París endureció sus controles, aunque nunca como en los últimos tiempos. En noviembre, el presidente Emmanuel Macron duplicó la cantidad efectivos dedicados en esas zonas, con el despliegue de 4800 policías, gendarmes y militares, y bloqueó 19 puestos fronterizos con España. Incluso en círculos políticos se adjudica el hecho al crecimiento de la extrema derecha de Marine Le Pen, con vistas a las elecciones presidenciales de 2022.

Por otro lado, el alto comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados aseguró que fueron 10.400 las llegadas de migrantes por mar a Italia en 2021: un 170% más que en 2020. En la jornada en que se hizo este anuncio, el barco de rescate Sea Watch 4 había salvado la vida a más de 450 personas en aguas del Mediterráneo. El informe asegura que en lo que va del año, al menos 650 migrantes murieron al no haber podido ser rescatados. Otro informe, en este caso de la organización Lost in Europe, afirma que en el continente, en los últimos tres años, se perdió el rastro de al menos 18 mil migrantes menores, sobre todo afganos, argelinos, eritreos, guineanos, marroquíes y nigerianos. «