A pesar de pertenecer a la misma región y de tener una historia común, los escritores latinoamericanos parecen cumplir la afirmación de que nadie es profeta en su tierra. Y Argentina es un buen ejemplo de esto: conocemos más a los escritores europeos que a los latinoamericanos, incluso a los que tenemos muy cerca, como es el caso de Uruguay.

“Bordes” es el nuevo sello del Grupo Editorial Planeta que se dedicará a la difusión de autores latinoamericanos en otros países. Tiempo Argentino dialogó con Gabriel Sandoval, director editorial del Grupo Planeta para América Central y los Estados Unidos. Aunque es peruano, trabaja en México y es quien lidera este nuevo proyecto que ya lleva publicados doce títulos. Se trata de libros de bolsillo Premium con un toque vintage.

-¿Cómo definiría “Bordes”?

-Es una colección que nace pensando básicamente en lo difícil que es llevar escritores de nicho literario a otras latitudes, a otros países. Por ejemplo, cuando nosotros teníamos un importante escritor mexicano argentino o chileno, al llegar solo, individualmente, a otros países, costaba mucho que el librero lo mantuviese en la librería porque es muy difícil que un escritor extranjero pueda competir con las mismas armas con un escritor local. Al no haber rotación, era más fácil que el librero lo sacara de la vitrina. Entonces nos dimos cuenta de que por más esfuerzo que hiciéramos como grupo, estos escritores no se sostenían en las librerías porque el mercado cambiaba mucho. Antes era más sencillo, pero ahora que tenemos 200 o 250 novedades en un mercado, por ejemplo, como el mexicano, es muy difícil apuntalar a un escritor de nicho. “Bordes” nace con la idea de albergar lo mejor de nuestros cinco sellos literarios: Emecé, Tusquets, Seix Barral, Destino y Espasa. De esta forma, nuestros autores latinoamericanos tendrán presencia en toda la región. Es un proyecto latinoamericano, no incluye a España. En un principio, el proyecto que armó Flavio López, “Mapa de lenguas”, apuntaba a que tanto Alfaguara como Random literatura pudieran atravesar el cerco y llegar a España. Nosotros, en cambio, nos hemos centrado en la región. Vemos a América Latina como un solo territorio y de allí el título de la colección, “Bordes”, porque lo que queremos es eliminar las fronteras.

-Nosotros tenemos más conocimiento de lo que se produce en Europa que en América Latina, incluso en países vecinos como Uruguay.

Sí, definitivamente. Sin embargo, hay un público lector interesado en conocer a sus pares dentro de Latinoamérica. Por eso es importante que su literatura pueda circular. Incluso a clásicos como Osvaldo Soriano y Adolfo Bioy Casares cuesta integrarlos en América Latina, pero estarán presentes dentro de “Bordes”, porque el nuevo sello no solo incluirá escritores contemporáneos, sino también clásicos de la literatura latinoamericana que atravesarán las fronteras.

-¿Qué planes tienen para el futuro?

-En principio hemos sacado una docena de títulos. Tenemos autores como argentinos como Juan José Becerra, y Josefina Licitra; mexicanos como Antonio Ortuño y Rafael Pérez Gay, peruanos como Juan Manuel Robles. También incluiremos a Pedro Lemebel, a Tomás González de Colombia, a Simón Soto de Chile. A estos doce libros le seguirán a lo largo del año doce más y a fin de 2020 esperamos cerrar el año con unos sesenta títulos. Ya hemos hecho una labor de promoción en Chile, en Colombia, en Argentina donde organizamos un cóctel en la que fue la casa de Victoria Ocampo. Vamos a terminar el año con un acto en la Feria del Libro de Guadalajara que será como el fin de fiesta del primer año de la colección. Pensamos invitar a varios autores para que hablen de la experiencia de estar incluidos en ella.

-¿Cuáles son los criterios de selección?

-Es una colección que creamos en México con el objetivo de hacer mucho más latinoamericano nuestro catálogo, pero la curaduría no se hace allí, sino que se nutre de las inteligencias regionales. Los editores de cada país nos recomiendan los títulos que consideran que deben estar en “Bordes”. Por ejemplo, Ignacio Iraola como director editorial de Argentina recomienda a Josefina Licitra, a Juan José Becerra y a quien considere que debe figurar en la colección. El criterio de selección es la calidad literaria y que los autores estén en uno de los cinco sellos que he mencionado.

-¿Qué cree que es lo más remarcable de la creación de esta colección?

-Durante muchos años los latinoamericanos miramos hacia España pero no miramos hacia nosotros mismos. Sin embargo, creo que América Latina tiene un tremendo talento literario que muchas veces no conocemos porque hemos cerrado el punto de vista. Creo que es muy importante que en América Latina podamos leernos como un solo territorio porque tenemos muchos puntos en común, tanto en términos de idiosincrasia como de problemática. A mí me resulta mucho más cercano un escritor porteño que uno de Sevilla o de cualquier otra ciudad europea. Por eso me parece interesante que podamos leernos entre nosotros mismos. Creo que hasta el momento no ha habido una iniciativa en este sentido como la que está proponiendo el Grupo Planeta hoy. A partir de ella vamos a integrar a muchos escritores que no han tenido la posibilidad de internacionalizarse. Hay escritores centrooamericanos como Gioconda Belli que ya son muy conocidos, que ya han hecho un camino, pero nosotros queremos centrarnos en los que lo tienen y no necesariamente debe ser escritores contemporáneos. Por ejemplo, leer a Adolfo Bioy Casares en México cuesta mucho. Por eso no nos limitamos solo a escritores contemporáneos. Pasa lo mismo con escritores mexicanos consagrados.