El acuerdo opositor alcanzado para debatir y aprobar un proyecto de ganancias obligó primero al gobierno nacional a apurar un texto propio, que generó rechazos hasta entre los radicales, e incluso enviar a la Cámara de Diputados los ministros Rogelio Frigerio (Interior) y Alfonso de Prat Gay (Hacienda) para negociar y comprometer la palabra presidencial de que se debatirá, con tiempo, en diciembre cuando comiencen el período de sesiones extraordinarias. Hubo acuerdo en el temario mas no en el contenido que incluye el proyecto de Emergencia Social. Una historia que comenzó, por caso, el lunes pasado y que debería tener un primer cierre el 6 de diciembre próximo y un definitivo, con la sanción de ambas normas, el 14 del mes próximo en el Senado.

La posibilidad de que este jueves se hubiese realizado una sesión especial para tratar ganancias y emergencia social, más allá de los escollos reglamentarios que enfrentaba, preocupó al gobierno que en pocas horas redactó un proyecto de ganancias y lo remitió al Congreso. Pero ello no desactivó la sesión. Fue entonces que el presidente del interbloque Cambiemos, el radical Mario Negri, forzó una reunión con Sergio Massa.

Le dijo el martes por la tarde, mate de por medio, que si la oposición insistía con esa sesión todo iba a terminar en un escándalo. El cordobés lo corrió a Massa con un tema que siempre lo preocupa, los medios de comunicación. “El viernes los diarios van a escribir sobre el escándalo y no sobre la ley. Evitemos que esto sea un chiquero”, le dijo y la negociación se abrió.

Los mensajes por WhatsApp fueron y vinieron luego entre Negri y Massa. Luego se sumaron el presidente de Diputados, Emilio Monzó, y el presidente del PRO, Nicolás Massot. También hubo llamados desde el teléfono de Frigerio y Graciela Camaño, por orden de Massa, mantenía informado al resto de los presidentes de bloque.

La oposición fue contundente y les dijo que la única forma de abortar la sesión era con un compromiso escrito donde se detallaba la agenda para debatir estos proyectos. El escrito no era un papel cualquiera sino el decreto de convocatoria de sesiones extraordinarias con estos temas. Frigerio y de Prat Gay llegaron con ese cometido. Se reunieron con los presidentes de los bloques y juraron y perjuraron que estaban dispuestos que haya una ley antes de fin de año y, sobre todo, aceptaban los cambios. Después, junto a Negri, Massot, Massa, Graciela Camaño y Felipe Solá (Frente Renovador), Héctor Recalde y Axel Kicillof (Frente para la Victoria), Oscar Romero y Diego Bossio (bloque Justicialista) y Victoria Donda (Libres del Sur), posaron para la foto.

Así las cosas, el próximo martes 29 se realizará una reunión informativa con la presencia de funcionarios del gobierno nacional. El jueves siguiente, primer día de diciembre, se buscará firmar dictamen. Se descuenta que habrá por lo menos dos, el del gobierno que incremente en más de medio millón de trabajadores que comenzarán a pagar el gravamen, y el de la oposición (si es que consiguen consensuar uno). Si todo va bien, el 6 de diciembre se debatirá en la Cámara baja. Una vez aprobados los proyectos tendrán que ser tratados por los senadores y se toma como fecha posible el 14 de diciembre.

En cuanto al proyecto de Emergencia Social, la decisión fue la de redactar un proyecto alternativo al que ya aprobó el Senado. Ese nuevo proyecto deberá incluir el acuerdo alcanzado entre las organizaciones sociales (CTEP, CCC y Barrios de Pie) con representantes del Gobierno y de los bloques legislativos en el Ministerio de Trabajo.

La iniciativa se deberá aprobar el mismo día que ganancias y el Senado, dijeron los ministros, va a apoyar. En rigor, lo de los ministros fue gesto excesivo de confianza porque tienen que negociar con ellos. Pero bueno, la promesa es que el 14 debería sancionarse. Habrá que esperar que las partes de este acuerdo cumplan con su palabra.