La Gendarmería Nacional entregó finalmente este viernes el informe que ya había dejado trascender por medios periodísticos sobre la muerte del fiscal Alberto Nisman. Poco antes del mediodía, personal de Gendarmería se presentó en la fiscalía especial para la “Causa Nisman” que el fiscal Eduardo Taiano posee en el microcentro porteño y depositó por Mesa de Entradas un escrito de dos tomos de unas 200 páginas cada uno y varios discos compactos conteniendo recreaciones animadas y la filmación de la reproducción realizada diez días atrás en una maqueta del baño en el que murió el fiscal, especialmente construida en el Edificio Centinela.

Hasta este mediodía, aún no había presentado su informe el cuerpo de peritos que representan a Diego Lagomarsino, quien entregó el arma con que Nisman halló la muerte y ahora, de acuerdo con el nuevo relevamiento de Gendarmería, queda nuevamente en el centro de la escena.

En esencia, el peritaje de Gendarmeria sostiene, tal como anticipó Tiempo, que dos personas asesinaron a Nisman. Si bien en líneas
generales las querellas (el abogado Pablo Lanusse, en representación de la madre del fiscal, Sara Garfunkel; el estudio Casal, Vigliero y Romero Victorica, por las hijas del ex titular de la UFI AMIA) coinciden con la mecánica descripta por la policía de fronteras, pero su hipótesis es que no fueron dos los homicidas sino uno. 

También hay discrepancias sobre cómo estaba Nisman al momento de recibir el disparo en la cabeza que acabo con su vida, si con una o dos rodillas en tierra.

El contenido del informe de Gendarmería permanecerá en reserva al menos hasta tanto todas las partes estén notificadas. Ello no ocurrirá formalmente hasta la semana próxima. Independientemente de ello, las filtraciones fueron acreditadas como válidas por el propio ministro de Justicia, Germán Garavano.

Los próximos pasos en la causa indican que se realizará la “reconstrucción” de la muerte en el baño del departamento en el que
vivía Nisman, en el edificio Torres Le Parc. Ese lugar fue liberado después de casi seis meses por la fiscal Viviana Fein y la jueza
Fabiana Palmaghini, y alquilado nuevamente a otro inquilino. A él deberán pedirle permiso para realizar la reconstrucción (lo que ocurrió en el edificio Centinela fue una “recreación”). En el caso que el inquilino se oponga, el juez podría disponer un allanamiento y hacerlo, de todas formas.

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