El poder institucional de Jujuy sumó  un nuevo capítulo en la persecución política contra Milagro Sala y la organización barrial Tupac Amaru: el miércoles, el Poder Judicial allanó la sede de la organización y la entregó al Poder Ejecutivo para que tome posesión. Y el jueves se realizó en los tribunales una audiencia preparatoria de juicio por la causa Pibes Villeros en la que hicieron desfilar como delincuentes a los detenidos de la organización barrial. “Estoy tan estresada que me terminé desmayando. La verdad que no aguanto más la impunidad de estos tipos”, dijo la diputada del Parlasur, detenida desde enero de 2016.

“Es algo inentendible lo que están haciendo. Es imposible de entender como nos siguen basureando, como nos siguen avasallando. Cada vez que pasa el tiempo sacan una nueva causa para seguir basureándonos”, dice Milagro Sala desde la casa de El Carmen, que la justicia convirtió en una cárcel rodeada de alambres de púa, cámaras de seguridad y gendarmes.

En una entrevista telefónica con Tiempo Argentino, Sala analiza la persecución política de la que es víctima, luego de una audiencia preparatoria en la causa que sus abogados consideraron nula porque el acusador, el fiscal anticorrupción Joaquín Millón Quintana, obtuvo su matrícula provincial el martes pasado.

-En la conferencia de prensa que se realizó en Capital Federal  tras el allanamiento, se dijo que los tupaqueros se preguntan por qué pasa esto, y que una posible respuesta es que la gente volvió a salir a la calle en Jujuy.

-Si es verdad, pero tampoco es para que haya tanta indignación contra nosotros, porque hay otros que salen y no los atropellan como nos atropellan a nosotros. Nos sacan todo y lo terminan destruyendo. Nos sacaron el parque acuático y lo han destruido, nos sacaron el centro para chicos discapacitados y también lo terminaron destruyendo. Y lo que no nos sacan lo mandan a destruir.

-¿Con la sede pasa lo mismo?

-Ddicen que estaba todo destruido cuando en realidad estaba funcionando la pileta de natación, estaba funcionando la cancha de básquet, los jubilados estaban haciendo clases de zumba, estaba todo el día ocupada la sede. No sé porque dicen que estaba destruida. La verdad es que es mucho avasallamiento el que estamos sufriendo, no podemos tener nada, que todo nos quitan. Y hemos sufrido muchísimo para poder construirlo.

-Una posible lectura es que el gobierno de Jujuy utiliza su figura y la de la Tupac como pantalla para ocultar la gestión.

-No tienen una obra construida, no tienen una obra terminada. Por ejemplo, están cerrando el ingenio La Esperanza, han anunciado con bombos y platillos que iban a comenzar con la obra de ferrocarriles y después de varios meses la tienen paralizada. Todas las obras que han comenzado las tienen paralizadas. Lo poco que han inaugurado ha sido en el municipio, pero aunque son radicales están peleados con Gerardo Morales. No hay nada que hayan hecho. Lo único que hacen es estar en una oficina para ver cómo hacen para hacerme más causas.  Pero yo creo que la mejor manera de hacer política es respondiendo al pueblo. Los jujeños hoy le piden que dejen de perseguir a la Tupac y se dediquen a gobernar, que es lo que menos hacen.

-¿Cómo ve la provincia?

-La provincia está destruida, no hay trabajo, hay cierre de fábricas, los estatales están en la calle, a los maestros les dieron 5% de aumento, los comercios están cerrados. Cada vez está peor la provincia, no hay nada nuevo que beneficie al pueblo. A nivel nacional es peor, porque están destruyendo a los jubilados, ninguneando a la gente como la (gobernadora bonaerense María Eugenia) Vidal que dice que los pobres no pueden ir a la universidad. Y yo te puedo demostrar jóvenes que hemos mandado a la universidad y hoy son grandes profesionales.

-Se vienen dando en el país grandes movilizaciones populares, como la del 25 de mayo pasado. En Jujuy ocurrió lo mismo en la asamblea legislativa. ¿Cómo ve al campo popular?

-Se está reorganizando, y no interesa el color las banderías para decirle al gobierno de turno que basta de tanto atropello contra el que menos tiene, basta de cerrar fábricas, basta de tirar a los empleados públicos a la calle, basta de tanto avasallamiento. Eso significan las marchas: son un grito de libertad y contra la represión, porque lo primero que hacen es reprimir y no tienen otra manera de justificar lo que están haciendo hacia el pueblo argentino.

-¿Que le cuentan sus compañeros de la Tupac Amaru sobre lo que les pasa?

-Que están mal, que no hay trabajo. Hay más de 15 mil compañeros que no tienen trabajo, que estaban en la construcción. Y están muy dolidos, muy molestos porque no hay trabajo. Hay cerca de 3 mil pymes que la AFIP las ha multado y no tienen dónde ir a trabajar. Gerardo Morales no me quiere dar la libertad por eso, porque soy la única oposición que tiene en Jujuy.